Mark John Hemmings, de 58 años, atacó con un cuchillo a un perro policía en agosto del año pasado. Los agentes lo detuvieron tras entrar en su casa: habían recibido reportes de que portaba arma blanca.
Después de haber herido al can, la Policía de Bridgnorth recogió una muestra ADN del individuo y se llevó una sorpresa monumental: sus datos genéticos coincidían con los del principal sospechoso de violar a una mujer en 1993. Maggie Gordon, de 36 años, fue asaltada sexualmente por Hemmings en un parque cuando regresaba a casa y reportó este incidente a la Policía. Pero los agentes fueron incapaces de hallarlo durante 25 años.
Sin embargo, la mujer murió hace varios años. Como subrayó su hijo, su vida quedó destrozada tras el suceso. Sufría “ansiedad” y era incapaz de vivir “de manera normal”. La Policía aseguró que las pruebas de ADN y la existencia de una base nacional de datos desempeñó un papel clave en la detención del criminal.
Fuente: actualidad.rt.com