El ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, participa esta mañana de una celebración religiosa en honor a su fallecida esposa, Marisa Leticia, lo que podría ser su último acto público antes de entregarse a la policía para cumplir una condena de 12 años de cárcel por corrupción.
Tras pasar dos noches en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos en la ciudad de Sao Bernardo do Campo, Lula da Silva apareció en público junto a la ex presidenta Dilma Rousseff, ex ministros y la cúpula del Partido de los Trabajadores (PT) para participar de la misa.
Está previsto que Lula da Silva pronuncie algunas palabras, probablemente las últimas antes de entregarse a la policía y ser trasladado a la ciudad de Curitiba, en el sur del país.
Lula da Silva, de 72 años de edad y dos veces presidente de Brasil, iniciaría el cumplimiento de la pena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero.
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