Ciudad de México— La PGR retiró la acusación por lavado de 54 millones de pesos contra el chofer de Manuel Barreiro, luego de que éste aceptara ser prestanombres del empresario inmobiliario y entregara a la dependencia federal la propiedad de la nave industrial que vendió Ricardo Anaya.
La Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) judicializó el pasado jueves la carpeta de investigación contra Luis Alberto López López, quien aparece registrado como apoderado legal de Manhattan Master Plan Development, que en el 2016 compró la bodega a Juniserra, empresa de la que Anaya es accionista.
Adelantándose por un día a la audiencia de vinculación a proceso, ayer lunes López acudió a la SEIDO para hacer una declaración en la que confesó ser testaferro de Barreiro y para suscribir un acuerdo reparatorio con el que puso a su disposición de la PGR el inmueble.
Este martes, a medio día, Nancy de los Santos Álvarez, Jueza de control del Centro de Justicia Penal Federal de Querétaro, validó en una audiencia el acuerdo reparatorio y, a solicitud de la PGR, también canceló la causa penal por lavado de dinero contra López.
A solicitud de López, la Juez de control había citado a Barreiro y otras personas como testigos para la audiencia de este martes; sin embargo, ninguno de ellos asistió.
“(López) sí accedió a firmar ciertos documentos como un favor personal para su jefe (Barreiro), quien le instruyó y le dijo ‘oye necesito que me firmes unos documentos’, él accedió a ser su prestanombres. Mi cliente en ningún momento dado pagó o pudo haber adquirido la empresa Manhattan, que es la empresa por la cual se adquirió una bodega”, dijo Patricio Kegel Jacob, abogado del colaborador de Barreiro.
“Asimismo, nunca celebró una compra venta ni con la empresa denominada Juniserra ni tampoco con el señor Donino Martínez Diez (socio de esa empresa y suegro de Anaya), ya que a mi cliente únicamente lo único que le hacían era ponerle los documentos y firmarlos, sin saber qué era lo que estaba firmando”, dijo.
El 11 de julio de 2016, Juan Carlos García Reyes, un reconocido arquitecto del centro del país, adquirió en cesión el 99 por ciento de Manhattan Master Plan Development, mientras que la participación restante continuó en manos de López, quien ya era accionista desde antes de esta modificación.
Apenas unos meses después del cambio de directorio, Manhattan compró en 54 millones la nave industrial del Municipio de El Marqués, en Querétaro, a la empresa donde el candidato presidencial y su suegro son accionistas.
La principal hipótesis de la PGR es que la compra venta inmobiliaria es una operación típica de lavado porque el terreno donde se construyó la nave industrial fue comprado por Anaya a Barreiro en 2014.
Y, para adquirir la bodega, Manhattan Master Plan Development fue fondeada con transferencias de Barreiro desde Gibraltar, Suiza y Canadá.
Ahora López López, quien era apoderado de Manhattan, dice que era chofer y prestanombres de Barreiro en dicha empresa.
“Mi cliente nunca obtuvo un beneficio económico al respecto, únicamente fue un favor instruido por su jefe y jamás obtuvo un beneficio”, dijo el abogado Kegel.
Con el de López, son ya cuatro los testimonios que la PGR ha obtenido en un periodo de seis meses y que señalan que esta compra venta fue una simulación.
Algunos de ellos refieren claramente que fue una operación de lavado para hacerle llegar 54 millones de pesos al candidato presidencial.
Los testimonios en ese sentido han sido rendidos por los abogados fiscalistas David Alberto Aarón Galindo González y Daniel Rodríguez Velasco, este último secretario técnico del Instituto Político Empresarial, organización adherente del PRI.
Al mismo tiempo, Salvador Cosío Gaona, notario público de Jalisco e hijo del exgobernador priista Guillermo Cosío Vidaurri, también declaró ante la PGR y denunció que fue falsificada su firma en los documentos de cesión de las acciones de Manhattan en favor del arquitecto García Reyes.
Fuente: diario.mx
