La devastadora erupción del volcán de Fuego en Guatemala dejó 109 muertos, según el último balance de víctimas divulgado este jueves, mientras las autoridades mantuvieron suspendidas las operaciones de rescate en las zonas cubiertas de escombros y cenizas.
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) indicó en un informe que sus morgues han recibido los cuerpos de 109 víctimas del estallido volcánico del pasado domingo. Mientras que cerca de 200 personas permanecen desaparecidas.
El miércoles se mantienen suspendidas las operaciones de rescate en la zona devastada por la erupción del coloso que sepultó casas enteras bajo escombros y ceniza.
“Las condiciones climáticas y las derivadas del material aún caliente depositado en el área de afectación no son las adecuadas para preservar la integridad física de los socorristas“, dijo este jueves a periodistas el vocero de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), David de León.
“Ya no los vamos a recuperar completos (los cuerpos), ahora aunque sea en pedazos que los encontremos”
Cientos de socorristas, policías y soldados se han adentrado en la zona en los últimos tres días para buscar entre toneladas de ceniza y piedras a los desaparecidos en esa comunidad.
La pausa en el rescate llevó a que algunos familiares de víctimas se adentraran a la llamada “zona 0”, pese a la restricción anunciada por la policía, cuyos agentes encontraron la mañana del jueves un cuerpo enterrado por material volcánico en la carretera que circunvala el volcán de Fuego.
“Ya no los vamos a recuperar completos (los cuerpos), ahora aunque sea en pedazos que los encontremos”, comenta resignado a la Afp Luis Vásquez, al aceptar el ingreso de maquinaria pesada para demoler la vivienda y buscar los restos de siete familiares que perdió en la erupción.
Bryan Rivera, de 22 años, se aferra a una guitarra que encontró en lo que era su casa y que pertenecía a una de sus cuatro hermanas desaparecidas junto con sus padres, una tía y seis sobrinos. “Daría mi vida por volverla escuchar tocar una sola nota de esta guitarra”, añoró.
El volcán, de tres mil 763 metros de altura situado a 35 km al suroeste de la capital, registró el domingo su erupción más fuerte de las últimas cuatro décadas, que dejó 109 muertos y 197 desaparecidos.
La furia desatada por el volcán dejó además 58 personas heridas y 12 mil 407 evacuadas, de las cuales cuatro mil 137 fueron llevadas a 21 albergues, según el último balance divulgado por la Conred, ente estatal a cargo de protección civil.
La Fiscalía de Guatemala anunció este jueves que investigará si hubo negligencia en la respuesta a la erupción por no evacuar a los pobladores a tiempo y evitar la tragedia, luego de un cruce de acusaciones entre funcionarios durante una comparecencia ante el Congreso.
No subestimar la tragedia
“No debemos subestimar la magnitud de este desastre. Las necesidades críticas de emergencia siguen siendo enormes y las comunidades afectadas necesitarán apoyo sostenido y de largo plazo”, declaró en el sitio de la tragedia Francesco Rocca, presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
El mayor peligro para los rescatistas es el mismo volcán porque en cualquier momento puede generar flujos piroclásticos, compuestos por gases tóxicos, piedras y materia volcánica, que baja a gran velocidad y arrasa con todo lo que encuentra a su paso, según el instituto de Vulcanología (Insivumeh).
Una de esas avalanchas arrasó comunidades de la ciudad de Escuintla, que quedaron sepultadas bajo toneladas de escombros.
La canciller guatemalteca Sandra Jovel anunció que este jueves se activó el “llamamiento de ayuda internacional” para recibir ayuda humanitaria extranjera y divulgó cuentas bancarias estatales para recibir aportes para financiar la etapa de reconstrucción. El gobierno no descarta buscar otro sitio para trasladar los damnificados.
Estados Unidos ya había apoyado con el trasladó el miércoles en un avión de la Fuerza Aérea a seis niños guatemaltecos heridos en la erupción del Volcán al hospital infantil Shriners de la ciudad de Galveston, Texas, donde recibirán tratamiento médico por sus quemaduras.
En tanto, Chile anunció su cooperación tecnológica para el monitoreo temprano de volcanes en Guatemala y México, y envió a un equipo de especialistas en quemaduras.
La brigada de médicos de Cuba que está residiendo en Guatemala también colabora en las tareas de apoyo en los albergues habilitados.
Fuente: https://www.informador.mx