México y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo sobre las partes medulares de la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Ildefonso Guajardo, secretario de Economía; Jesús Seade, jefe negociador del gobierno electo de México, y Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, iniciaron el domingo una reunión en Washington, DC, que tuvo por primera vez el objetivo de no terminarla hasta cerrar un acuerdo en principio.
Si bien esto no pudo lograrse, al salir del encuentro, Guajardo informó que los tres proseguirán las negociaciones este lunes a partir de las 9:00 horas (08.00 horas de la ciudad de México) y comentó: “Si no estuviéramos en el track (pista), no estuviéramos regresando”.
Ya para entonces, la esencia de los asuntos más polémicos se había resuelto, como tener una cláusula sunset sin muerte súbita, la conclusión del capítulo energético, el retiro de la propuesta de cambiar la metodología para investigar prácticas desleales en productos agrícolas, la modificación de las reglas de origen del sector automotriz y la permanencia del Capítulo 20 de resolución de controversias entre Estado-Estado.
Una fuente reveló que se negociaban aún aspectos relevantes sobre parte de estos y otros temas, que definió como “negociables”.
Anoche se trataban, por ejemplo, cuestiones particulares sobre las reglas de origen automotrices, los derechos de propiedad intelectual y el aumento del valor general de envío, llamado de minimis, usado por las empresas de paquetería y en las compras en línea.
Las cuestiones de los mecanismos de resolución de controversias quedaron parcialmente pendientes, porque involucra la participación de Canadá, tanto en el Capítulo 11, que regula las controversias entre inversionista-Estado, y el Capítulo 19, en el cual se abordan los casos de prácticas desleales de comercio, por dumping o subsidios prohibidos.
Guajardo dijo que ha mantenido contacto permanente con el sector empresarial y otras partes interesadas, conocidos como Cuarto de Junto, a quienes informó por la tarde y la noche los últimos avances de la negociación.
Dado el inminente acuerdo, Guajardo destacó el domingo por la mañana: “Prácticamente estamos en las últimas horas de esta negociación (…) veremos cómo avanza el día”.
Durante las últimas cinco semanas, los tres negociadores se han reunido en Washington, sin la presencia de Chrystia Freeland, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá.
Guajardo comentó que, una vez que Freeland se reincorporé a las pláticas, se necesitará al menos una semana para intentar llegar a un acuerdo trilateral.
A su vez, Lighthizer, quien mantiene la renovación del TLCAN como una de sus prioridades en medio de una guerra comercial con China y tensiones en comercio con Japón y la Unión Europea, se retiró de la reunión antes que Guajardo sin dar declaraciones a los reporteros.
La Casa Blanca busca, por primera vez en las negociaciones de Estados Unidos, reducir el déficit comercial de Estados Unidos con los países del TLCAN.
Los objetivos la Representación Comercial de Estados Unidos incluyen “reequilibrar los beneficios” de este pacto, haciéndose eco de las declaraciones del presidente Donald Trump de que el TLCAN ha sido un “desastre” y el “peor acuerdo jamás negociado”.
Tiempo encima
Freeland está en espera de que México y Estados Unidos lleguen a un acuerdo en principio para poder sumarse a las negociaciones, con la meta trazada de conseguir un nuevo tratado trilateral a más tardar el 1 de septiembre, la fecha límite para que los mandatarios actuales de los tres países firmen el TLCAN 2.0.
Para que la administración del presidente Enrique Peña Nieto sea la que suscriba el nuevo TLCAN, la conclusión de las negociaciones debe ser máximo en esa fecha, pues las leyes estadounidenses exigen esperar 90 días desde el cierre del diálogo hasta la firma.
“Anticipamos poder tener un acuerdo en principio a más tardar el 1 de septiembre, para que los presidentes actuales firmen el nuevo TLCAN antes de 1 de diciembre”, comentó Eugenio Salinas, secretario técnico del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales (CCENI).
En un principio, algunas posiciones de Estados Unidos tenían la intención de anular compromisos previos de liberalización en áreas específicas. Los funcionarios de la administración Trump también han hablado de desentrañar las cadenas de suministro de América del Norte y el mundo como una forma de intentar desviar el comercio y la inversión de Canadá y México a Estados Unidos.
Los negociadores mexicanos y canadienses han considerado tales propuestas como contraproducentes al espíritu de los beneficios económicos mutuos que debe propiciar el TLCAN.
Sobre las negociaciones, Guajardo insistió al final: “Nada se resuelve, hasta que todo se resuelve”.
El último esfuerzo
Aunque persisten diferencias en detalles, los grandes temas bilaterales del TLCAN entre México y EU parecían estar zanjados en lo fundamental por la noche. Entre los más importantes destacan:
- Reglas de origen automotrices. Se perfila un endurecimiento, incluyendo un componente salarial en el contenido regional y un requisito mínimo regional de productos como acero y aluminio.
- Estacionalidad agrícola. Estados Unidos habría retirado su propuesta de cambiar la metodología para investigar prácticas desleales en productos agrícolas y restringir sus importaciones.
- Solución de controversias. Como pide México, el Capítulo 20 del actual TLCAN se mantendría para asegurar mecanismos para despejar las diferencias Estado-Estado.
- Caducidad del TLCAN. EU desistiría de poner una cláusula de muerte súbita del tratado cada cinco años. En su lugar, habría una revisión periódica en tiempos más amplios.
Temas con detalles a discusión:
- Franquicia de envíos. Se redefinirá el valor de las mercancías que pueden ser enviadas de EU a México por paquetería sin pagar impuestos.
- Propiedad intelectual. Existen algunas diferencias sobre el reconocimiento de ciertas denominaciones de origen (como la del tequila mexicano).
Energía, tema superado
TLCAN no tendrá muerte súbita: Seade
En la negociación del nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el tema energético está prácticamente resuelto, en tanto que se analiza revisar el acuerdo en periodos más largos a cinco años y sin la cláusula de la muerte súbita, afirmó Jesús Seade, jefe negociador para ese pacto comercial del gobierno electo de México.
Seade expuso que no existen diferencias de fondo entre la actual y la entrante administración del gobierno federal en cuanto al nuevo contenido energético en el TLCAN. “Lo que hicimos fue asegurar que el espacio de política pública que tiene el gobierno mexicano quede claro con la Constitución.
“Se reformula en forma completa. Nunca estuvo en duda el fondo del asunto, era una cuestión de presentación y de redacción, que hicimos mucho mejor, y ya tenemos algo satisfactorio”, comentó el sábado. El equipo del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hizo una propuesta en la renegociación del TLCAN y uno de sus objetivos es “gestionar la privatización en curso de los recursos energéticos de México”.
“Ajustamos bastante el enfoque sin cambiar el contenido y la sustancia”, enfatizó Seade este sábado.
Por otra parte, Seade informó que la cláusula sunset todavía no se elimina de la discusión y se está cambiando el enfoque hacia una revisión con mayor plazo y en otras condiciones.
Al principio de las renegociaciones del acuerdo, el gobierno del presidente Donald Trump propuso la cláusula sunset, con la cual se terminaría el TLCAN cada cinco años, a menos de que México, Estados Unidos y Canadá decidieran renovarlo. “Va a salir, ya no es lo que estaba poniendo primero Estados Unidos de ninguna manera”, añadió Seade a periodistas afuera de la oficina del representante comercial de Estados Unidos.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx