Laura Sánchez entró al cuarto polvoriento; esperó a que le ayudaran a bajar las cajas de evidencia del magnicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta, arrumbadas y apiladas entre decenas de cajas de otros asuntos. Una vez que pudo abrir una de ellas, tomó un sobre amarillo y de su interior resbaló una bolsita trasparente con una bala: Era la que mató y extrajeron de la cabeza al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de la República el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana.
“Me impactó mucho: Las cajas estaban arrumbadas en un juzgado, empolvadas, con documentos importantísimos que se están echando a perder. Entre los sobres vacío uno y se sale la bala con la que murió Colosio, la que le extrajeron de su cuerpo estaba ahí, estaba arrumbada en las cajas de evidencia, ¡imagínate la impresión!”, narró Laura Sánchez Ley, periodista autora del libro “Aburto. Testimonios desde Almoloya. El infierno de hielo” y miembro de la asociación Mexicanos contra la Corrupción.
La autora logró, después de dos sexenios de solicitudes de información, que las autoridades mexicanas desclasificaran el expediente sobre el proceso penal en contra de Mario Aburto Martínez y la averiguación previa -próxima a darse a conocer- del asesinato de Luis Donaldo Colosio.
Uno de sus principales logros fue ser la primera ciudadana en tener acceso a las doce cajas de evidencia del magnicidio almacenadas en un cuarto polvoriento y húmedo del Juzgado Primero Penal del Estado de México del Poder Judicial de la Federación, en donde afirmó en entrevista con Grupo Healy, los documentos, negativos y videos del caso Colosio se están pudriendo como prueba del desdén de las autoridades mexicanas en torno al asesinato.
“Hay más de 200 fotografías que los negativos se están echando a perder, probablemente ya no sirven, del homicidio de Lomas Taurinas. Cajas con los videos, evidencia, fotografías de la pistola; el llamado libro de actas de Mario Aburto donde se dijo como estuvo ideando matar a Colosio el 23 de marzo, los dibujos inéditos del diario de Mario Aburto que se están poniendo amarillos, echando a perder”, aseguró.
De las doce cajas de evidencia Laura Sánchez Ley copió 50 videos del caso que serán publicados esta semana en la página de Mexicanos Contra la Corrupción, así como fotografías y el libro de dibujos de Aburto.
Debería estar resguardada
“Son evidencia histórica que debería estar resguardada en un archivo histórico como el Archivo General de la Nación (AGN), en algún museo, porque fue un hecho trascendental para el País que sigue cimbrando a los mexicanos. Muchos de los políticos que estuvieron en ese momento siguen en grandes puestos de poder: Es la representación del desdén que ha tenido la autoridad por el caso; imagínate tener ahí la bala que le sacaron del cuerpo al candidato”, precisó.
Entre los hallazgos realizados en las doce cajas de evidencia se encuentran cuatro videos beta, imágenes de la autopsia del candidato asesinado, entre otras pruebas.
“Se presentaran 50 videos que extrajimos de las cajas y todas las fotografías que estaban ahí, para que la gente vea cómo se encuentra la evidencia del único magnicidio del País y que está en condiciones deplorables. Yo lo veo así: El desinterés por preservar esto”, precisó.
EL RETO ES LA INFORMACIÓN
Para la periodista originara de Tijuana, Baja California, el lograr tener acceso a la información del asesinato de Colosio ha sido producto de un recorrido costoso, cansado y largo de solicitudes de información, negativas e impugnaciones.
A 25 años del crimen, dijo, el principal reto es precisamente el acceder a la información completa de la investigación sobre lo ocurrido en Lomas Taurinas.
“Lo único que teníamos era un resumen de cuatro tomos que nos dio la Fiscalía Especial para el caso Colosio en el año 2000. La autoridad estaba aferrada durante dos sexenios, de (Felipe) Calderón y de (Enrique) Peña Nieto a negar toda la información que tuviera que ver con el caso, lo que no le permitía a los mexicanos realmente juzgar a las autoridades y conocer detalles de cómo ocurrió este hecho”, dijo.
El 11 de marzo pasado la Fiscalía General de la República (FGR) desclasificó la averiguación previa del asesinato de Colosio. Sánchez Ley impugnó luego de que en una primera respuesta se decidiera reservar por cinco años más el expediente debido a que la investigación aún continuaba.
En sesión los comisionados del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) votaron por unanimidad a favor de dar acceso al expediente, después de que desde el año 2000 Luis Raúl González, fiscal del caso, reservara la información.
Pero para la periodista, aunque el logro es importante, la administración de Andrés Manuel López Obrador sigue dando “atole con el dedo”, pues serán testados los nombres de los políticos de alto perfil y las declaraciones de los testigos en el expediente que consta de 70 mil hojas.
“A pesar de que nos dicen ‘te voy a dejar tener acceso al caso para que los mexicanos juzguen a sus autoridades’, resulta que cuando se entregue la versión y se abra, esperemos en unos dos meses, se van a testar; es decir, se van a tachar en negro los nombres de los involucrados, de la gente que declaró y de la gente que estuvo inmiscuida en la investigación. Al final del día nos están dando atole con el dedo, como siempre, como en cada administración de Gobierno”, dijo.
Sánchez Ley consideró que la decisión de testar los nombres alimenta las dudas y las teorías de que fue el Estado quien mandó asesinar a Luis Donaldo Colosio.
“Que es lo que se piensa y se siente en el imaginario de los mexicanos en estos años”, dijo.
La averiguación previa de Colosio contiene las declaraciones de dos ex Presidentes de la República: Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, así como del contrincante de Colosio Murrieta, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
“Más de 700 testigos que vivieron el momento de lejos o de cerca… será complicado que no lo sepamos, será complicado; ellos mismos dijeron que para preservar la integridad de las personas que estuvieron involucradas en el proceso, pero no nos pueden tachar los cargos. Será difícil que no sepamos qué declaró Carlos Salinas…al menos de los altos perfiles vamos a poder descifrar sin problemas qué declararon en 1994”, explicó la escritora.
“EL DISPARO EN LA CABEZA SE LO DIO ABURTO”
Sánchez se interesó en el caso del magnicidio de Colosio hace siete años, cuando conoció a un testigo del juicio de asilo político de la familia de Mario Aburto.
Su interés al inicio fue por el asesino solitario que planteaba la versión oficial: “El asesino único de personalidad bordeline que se volvió loco y le dio dos tiros a un candidato presidencial”, dijo.
“Soy de Tijuana, de una colonia muy cercana a Lomas Taurinas donde asesinaron a su paisano Luis Donaldo Colosio… la familia de Aburto contaba cómo los torturaron, cómo tuvieron que ser asilados políticos en Estados Unidos”, narró.
Sánchez Ley investigó durante dos años desde la perspectiva de Mario Aburto Martínez lo sucedido aquel 23 de marzo en Lomas Taurinas y sus pesquisas derivaron en la publicación de un libro editado por Grijalbo.
Luego, al integrarse al equipo de Mexicanos contra la Corrupción, su interés por obtener la información reservada sobre el caso la llevó al terreno de la averiguación sobre el crimen.
“Yo no tengo la menor duda que el disparo en la cabeza lo dio Mario Aburto; sobre todo ahora que he estado viendo muchísimos videos del asesinato, acercamientos, de estas cajas de evidencia”, dijo la autora.
Aunque no tiene dudas sobre quién le disparó en la cabeza a Luis Donaldo Colosio, no está segura sobre cómo ocurrió el segundo disparo.
“Me llevo algo bien importante: Que no tengo duda que las autoridades conformaron un proceso que sí tuvo muchas irregularidades en un afán de cerrar el caso de manera exprés. Aburto fue apresado en marzo y sentenciado en octubre, ¿en México cuál es el promedio de tiempo que una persona dura en prisión antes de que se le declare culpable de una caso?”, añadió.
Sobre Mario Aburto recordó que sólo tres personas firmaron haberlo visto en el penal durante los días posteriores al magnicidio: Su mamá, José Luis Pérez Canchola, entonces procurador de Derechos Humanos en Baja California, y su abogado Héctor Sergio Pérez.
Desde 1995 nadie ha visto a Mario Aburto
“La última vez que estuve con el papá de Mario Aburto, Rubén Aburto en Los Ángeles California, me decía que él está enfermo, que él creía que iba a morir sin saber si realmente su hijo Mario estaba vivo”, reveló Sánchez Ley.
En 2014, recordó, una trabajadora social del penal de Huimangillo en Tabasco le contó que Mario estaba vivo y que firmaba que no quería hacer llamadas telefónicas a nadie.
Pero nadie de la familia lo ha visto desde el asesinato. El último contacto que se tuvo con él a través de correspondencia ocurrió en 2012, cuando enviaba cartas a sus sobrinos -uno de ellos llamado Mario Aburto en su honor- y algunas llamadas telefónicas.
Y, aunque la condición de Aburto Martínez en la cárcel es un misterio, el crimen de Luis Donaldo sigue siendo uno de los enigmas más importantes para los mexicanos: A la fecha la duda sobre el Estado y su implicación en el magnicidio sigue tan viva como aquel 23 de marzo de 1994 cuando el candidato caminaba entre la gente y saludaba sonriente y la mano asesina se abrió paso entre el tumulto para acabar con su vida.
Fuente: http://www.lacronica.com
