La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), recortó su expectativa de crecimiento mundial para este año y el entrante, para dejarla en 3.2% y 3.4 % respectivamente.
Estos pronósticos son inferiores en tres décimas al estimado en diciembre para el desempeño económico de este año y en un punto menos, para 2020, y son consecuencia del impacto de la guerra comercial y su impacto en la inversión.
En su Panorama Económico 2019, divulgado durante el segundo día del Foro OCDE 2019, los expertos advierten que “la confianza empresarial y de los consumidores se ha debilitado con la contracción de la producción manufacturera”.
Durante el lanzamiento del documento, el Secretario General de la Organización, José Ángel Gurría, afirmó que “claramente, el mayor reto es que escalen las medidas restrictivas de comercio, porque en un ambiente de incertidumbre, se interrumpen los proyectos de inversión, la generación de empleos se frena; el consumo se afecta y alimenta la volatilidad financiera”.
De acuerdo con los pronósticos actualizados, la primera economía del mundo, Estados Unidos mantendrá un sólido crecimiento, de 2.8% en este año, una previsión que es superior en una décima, al desempeño anticipado en diciembre; y una tasa de 2.3% para 2020, que es también mayor al estimado hace seis meses.
Al ser protagonizar con China de la tensión comercial, los expertos de la Organización advierten que ellos también sufrirán el impacto en el PIB. Y por su importante aportación al crecimiento mundial, advierten que la escalada de las represalias comerciales podrían restar hasta seis décimas de punto al PIB global, esto por los vínculos económicos que tienen ambos países con sus socios comerciales y ante el severo impacto en la producción que les afectaría.
Para China, la segunda economía del planeta, estiman una expansión de 6.2% para este año, debajo una décima del pronóstico anterior y dejaron sin cambio su previsión de diciembre, en 6% para 2020.
Eurozona ralentiza
El panorama para la Eurozona es también de deterioro. Estiman que el PIB conjunto conseguirá una expansión de 1.2% para 2019 (seis décimas menos que el de diciembre) y para el año entrante, la tasa será de 1.4%, que es 2 décimas inferior al pronóstico anterior.
En el detalle del pronóstico para las economías de la Eurozona, se observa que para Alemania esperan un crecimiento de 0.7%; una tasa que es nueve décimas inferior a la estimada previamente y de 1.2% para 2020, esto es dos décimas menos.
Para Francia, anticipan un PIB incrementándose en 1.3%, durante este año y el próximo, previsiones que están 3 y 1 décima debajo de las anteriores.
Brasil y México, caras del cambio
Entre las economías no miembros, pero que son analizadas por su impacto mundial, la OCDE también realizó previsiones. Entre las emergentes, destaca Brasil, la economía más grande del continente Americano.
Prevén un incremento de 1.4% para este año y 2.3% para 2020, que son inferiores al estimado anterior, resultado del deterioro de la confianza empresarial ante la incertidumbre sobre el proceso de reformas que impulsa el nuevo gobierno de Jair Bolsonaro, encabezada por la de pensiones.
Para esta economía, la más grande de América Latina, recomiendan restaurar la confianza que por ahora, está frenando la recuperación de la demanda interna.
De acuerdo con sus pronósticos, México, la segunda economía de la región que cumple 25 años de ser miembro, experimentará un “modesto repunte respaldado por la demanda interna, donde el consumo ganará fuerza gracias a la solidez de las remesas, descenso de inflación y aumento de transferencias sociales. sSostuvieron la expectativa de crecimiento del PIB divulgada al iniciar el mes, de 1.6% para 2019 y 2% para 2020.
Esos pronósticos consignan recortes de 4 décimas de punto para este año y tres décimas menos para 2020 respecto de los divulgados en marzo y resultan de la incertidumbre generada por la situación política y decisiones dirigidas desde la nueva administración sobre combustible.
Chile y Colombia, motores
Chile, el segundo país latinoamericano que ingresó a la OCDE, siguiendo los pasos de México, conseguirá una expansión de 3.4% este año y 3.3% para el próximo impulsado por la inversión respaldada por favorables condiciones de financiamiento, los elevados precios del cobre, y el buen ánimo de los empresarios ante la eventual aprobación de la reforma tributaria y laboral.
Por primera vez, en el panorama económico de la Organización, presentaron el diagnóstico económico para Colombia, el nuevo miembro latinoamericano. Estiman una expansión de 4.5% para este año y el próximo, impulsado por el descenso del impuesto corporativo que sí estimulará a la inversión. Y también favorecido por la baja inflación y tasa de interés, que respaldarán al consumo.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx