Migrantes en Mississippi se encierran en casa tras redadas

Los inmigrantes residentes de Mississippi se encerraron el jueves en sus casas por temor a ser arrestados, después de la mayor redada inmigratoria en Estados Unidos de los últimos 10 años.

Un total de 680 personas fueron arrestadas el miércoles en Mississippi, en su mayoría de plantas procesadoras de alimentos, pero 303 habían sido liberadas ayer, informó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU (ICE, en inglés).

En una rueda de prensa telefónica, el agente especial de ICE Jere Miles indicó que tras las operaciones en seis ciudades fueron liberadas 271 personas que se espera que comparezcan ante un juez. Otras 32 fueron liberadas en su lugar de trabajo por “razones humanitarias”.

Entre los que fueron liberados había 18 menores de edad, el más joven de 14 años, señaló Miles.

Un pequeño grupo que buscaba información sobre los inmigrantes detenidos en las redadas del miércoles se reunió el jueves afuera de una de las compañías registradas: la planta de Koch Foods Inc. en Morton, un pueblo de aproximadamente tres mil habitantes a unos 65 kilómetros al oriente de la capital Jackson.

Ronaldo Tomas, quien se identificó como un empleado en otra planta de Koch Foods en el pueblo que no fue allanada por las autoridades, dijo que los niños estaban asustados. Tomas contó que tiene un primo con dos hijos que fue detenido en una de las redadas.

Gabriela Rosales, residente desde hace seis años de Morton que conoce a algunos de los detenidos, dijo que comprendía que había un “proceso y una ley” para quienes viven en el país sin autorización.

“Pero lo que hicieron es devastador” agregó. “Fue devastador ver a todos esos niños llorando, que vieron a sus padres por última vez”.

El miércoles, unos 600 agentes de ICE ingresaron a plantas operadas por cinco compañías y establecieron un perímetro para evitar que los empleados huyeran del lugar. A quienes arrestaron los llevaron a un hangar militar para ser procesados por violaciones inmigratorias.

Fue devastador ver a todos esos niños llorando, que vieron a sus padres por última vez

Antes de las redadas, funcionarios del ICE indicaron que muchas personas serían dejadas en libertad con un citatorio para comparecer en la corte porque nunca antes habían estado en proceso de deportación. Esas personas no fueron encarceladas, pero probablemente no podrán recuperar sus empleos porque el gobierno federal afirma que están en el país de manera ilegal. Los funcionarios dijeron que otras personas serían dejadas en libertad si estaban embarazadas, o tenían hijos pequeños en casa o problemas graves de salud.

El ICE no tenía mucho espacio para tener bajo custodia a los migrantes, incluso por corto tiempo, debido a que la cantidad de personas detenidas ronda cerca de máximos históricos. La agencia ha albergado a miles por encima de su capacidad instalada de 45 mil 274 personas, en gran parte debido a un aumento sin precedentes de familias centroamericanas que llegan a la frontera sur del país.

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Koch Foods, uno de los productores de carne de aves de corral más grandes del país, dijo en un comunicado que cumple con los estrictos procedimientos para garantizar que los empleados de tiempo completo cumplan los requisitos para trabajar en el país.

La compañía, con sede en el suburbio de Park Ridge, en Chicago, manifestó que coteja la información de los empleados en la base de datos del gobierno federal E-Verify. También contrata a empleados temporales que llegan a través de un servicio externo que tiene la tarea de revisar la elegibilidad de los trabajadores, puntualizó Jim Gilliland, portavoz de la empresa.

Critican redadas

Más de 100 defensores de los derechos civiles, organizadores sindicales y miembros del clero de Mississippi criticaron la redada, pero el gobernador del estado Phil Bryant elogió al ICE por los arrestos y tuiteó que cualquier persona que esté en el país de manera ilegal tiene que “asumir la responsabilidad de esa violación” a las leyes federales.

En Morton, los trabajadores detenidos fueron transportados en varios autobuses el miércoles “unos para hombres y otros para mujeres” desde la planta de Koch Foods.

El superintendente del condado Scott, Tony McGee, dijo que más de 150 estudiantes faltaron a clases el jueves, incluidos varios en Morton, donde aproximadamente 30% de los estudiantes son latinos.

Todas las personas tienen miedo. Sus puertas estaban cerradas con llave y no abrían a nadie

Las autoridades escolares tratan de persuadir a los padres para que dejen que sus hijos regresen a clases a través de llamadas telefónicas y visitas a sus casas. McGee dijo que algunos profesores que llevan tiempo trabajando en las instituciones le comentaron que el miércoles “fue, por mucho, el peor día que han pasado como educadores”.

El padre Mike O’Brien, sacerdote de la iglesia católica Sagrado Corazón de Jesús en Canton, dijo que esperó afuera de la planta de Peco Foods hasta las 4 de la madrugada del jueves a los trabajadores que regresaban en autobús. O’Brien dijo que visitó a varios feligreses cuyos parientes fueron arrestados. Dijo que también llevó a casa a otra persona que se escondió de las autoridades al interior de la planta.

“Todas las personas tienen miedo”, dijo. “Sus puertas estaban cerradas con llave y no abrían a nadie”.

Los niños cuyos padres fueron detenidos son atendidos por otros familiares y amigos, dijo O’Brien.

“De esa forma se defienden y se cuidan entre ello”, agregó.

El Departamento de Servicios de Protección Infantil de Mississippi dijo que está investigando si algún niño inmigrante necesita tutores mientras sus padres están en detención, dijo la portavoz Lea Ann Brandon.

Martha Rogers, presidenta y directora general del Bank of Morton, dijo que la actividad comercial de la ciudad se verá afectada. Muchos residentes hispanohablantes se han vuelto clientes del banco, aseveró.

“Todos hemos sido fuertemente perturbados”, dijo Rogers. “Conocemos a estas personas”.

Fuente: https://www.informador.mx

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