Un saldo de siete muertos y cuatro heridos dejaron dos enfrentamientos registrados el martes y ayer en el interior del Centro Estatal de Reinserción Social (Cereso) Morelos entre reos identificados con los cárteles de Los Rojos y Nueva Generación.
El secretario de Gobierno estatal, Pablo Ojeda Cárdenas, informó que una de las víctimas es Raymundo Castro “Ray”, identificado por las autoridades como presunto cabecilla de Nueva Generación en esa Entidad.
El funcionario descartó que entre los lesionados o fallecidos se encuentre Oswaldo Alexis Mazari —hijo del líder de Los Rojos en Morelos, Santiago Mazari Hernández, alias “El Carrete”— , recluido en ese penal desde septiembre.
En la reyerta una de las víctimas fue quemada y otra más decapitada, de acuerdo con fotografías compartidas por los internos a sus familiares, quienes las difundieron a los medios de comunicación; posteriormente, una fuente oficial confirmó que el cuerpo quemado correspondía a el “Ray”.
Ojeda Cárdenas sostuvo que el enfrentamiento fue protagonizado por grupos antagónicos, pero negó que la doble jornada de violencia corresponda a un motín o acción de autogobierno: “En el Cereso Morelos no hay autogobierno”, aseveró.
El funcionario estatal indicó que el director del Cereso Morelos, Jorge Israel Ponce de León, estuvo ausente durante la revuelta porque se encuentra en un curso internacional de seguridad penitenciaria.
El fiscal general del Estado, Uriel Carmona Gándara, explicó que según los datos preliminares, los internos fueron asesinados sólo con armas punzocortantes.
Los enfrentamientos de la mañana de ayer comenzaron supuestamente por el robo de un par de zapatos.
El “Ray”, jefe criminal en la Entidad
Era considerado como jefe del cártel Nueva Generación en el Estado de Morelos.
A Raymundo Castro, alias “Ray”, lo buscaban las autoridades estatales y federales desde 2014, pero su persecución arreció en la segunda semana de abril, luego de que un grupo armado irrumpió en un restaurante de mariscos para matarlo cuando comía con las familias de dos médicos.
El “Ray” tenía como objetivo mantener la presencia del cártel en los municipios del Oriente y Norte de Morelos.
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