Dos miembros de las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y miembros de una Junta de Buen Gobierno, (JBG), fueron reportados como desparecidos o “secuestrados” el martes, en una zona donde una organización social antagónica, mantiene una disputa por el territorio con los rebeldes encapuchados.
José Antonio Sánchez Juárez y Sebastián Núñez Pérez, integrantes de la JBG, salieron el día sábado 11 de septiembre, aproximadamente a las 8:00 am, de la sede de la junta en una camioneta de redila con placas CW-0001-C, para realizar una diligencia en otro lugar.
Al perder comunicación con los otros miembros de la JBG, sus compañeros empezaron el proceso de búsqueda y localizaron la camioneta, ese mismo día en la comunidad 7 de Febrero, municipio de Ocosingo.
La desaparición, calificada también como un “secuestro”, de los miembros de la JBG “Nuevo Amanecer en Resistencia y Rebeldía por la Vida y la Humanidad”, Caracol 10 Floreciendo la semilla rebelde, fue difundida en un comunicado firmado por la Red de Resistencias y Rebeldías AJMAQ, el Grupo de Trabajo No Estamos Todos y Todas, la red Espacio de Lucha contra el Olvido y la Represión (ELCOR), el Consejo Autónomo de la Costa, el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas AC (CDMCH) y otros grupos como El Puente y Promedios de Comunicación Comunitaria.
La Red mencionó que esta localidad es la sede de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO) –“en donde, según información recabada, fueron detenidos los dos integrantes de la JBG en lo que ha sido legítimamente territorio del EZLN y donde se sembró la tienda-cooperativa el Arco Iris como parte de la expresión de la economía autónoma zapatista”.
Hasta la noche del martes, la JBG dijo que no ha podido ver a los dos detenidos, verificar su estado de salud, ni constatar el lugar donde se encuentran, por lo que están en calidad de desaparecidos.
Acusaron que la ORCAO ha perpetrado una serie de acciones criminales contra las Bases de Apoyo del EZLN, de la comunidad autónoma Moisés-Gandhi desde hace varios meses.
Recordaron que “los actos más despreciables, aquellos registrados desde agosto del 2020, donde se ejecutó de forma violenta el saqueo, robo, destrucción y quema de la tienda-cooperativa autónoma el Arco Iris, el secuestro del Base de Apoyo del EZLN Félix López Hernández el día 8 de noviembre de 2020”.
Recordaron también el secuestro de otros dos defensores de Derechos Humanos del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas el 12 de abril pasado.
Y que, en esta ocasión, “vuelven a insistir con sus acciones delincuenciales”.
“Denunciamos el discurso hipócrita, mentiroso y chapucero del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, del gobernador del estado de Chiapas Rutilio Escandón Cadenas de respetar las autonomías de los Pueblos Originarios, cuando en realidad ha implementado una serie de acciones de contrainsurgencia contra las Autonomías que caminan los pueblos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y sus Bases de Apoyo”, dijeron los miembros de la Red.
Aseguraron que el secuestro y desaparición de estas dos personas, se da “con la permisibilidad de los tres niveles del mal gobierno: municipal, estatal y federal” y que esta es una “escala de violencia orquestada desde los altos poderes del gobierno federal se enmarca en la iniciativa del EZLN “Travesía por la Vida Capitulo Europa”. Una iniciativa organizativa que busca expandir, de forma pacífica y creativa, la semilla de la resistencia-rebeldía por la humanidad y la Madre Tierra, es decir; por la Vida.
La Red exigió con vida la presentación con vida de los Bases de Apoyo de EZLN José Antonio Sánchez Juárez y Sebastián Núñez Pérez y demandó que cesen el hostigamiento a la autonomía y la vida que construye el EZLN.
“En este contexto, convocamos a todas las Redes de Resistencia y Rebeldía, a los adherentes a la Sexta Nacional e Internacional para que manifiesten su exigencia por la aparición con vida de los dos integrantes de la Junta de Buen Gobierno”, refirieron en el comunicado.
La ORCAO y el EZLN y sus bases de apoyo, en una región de Ocosingo, mantienen una fuerte disputa por el control de tierras y un territorio que antaño “recuperaron”, juntos tras el alzamiento armado de enero de 1994.
Fuente: https://www.proceso.com.mx/
