En septiembre pasado, decenas de personas hacían filas para ser atendidas en las sucursales del Banco del Bienestar en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Incluso, se documentó que algunos habitantes se quedaban a dormir en las inmediaciones.
El pasado 7 de diciembre, en su visita a Jalisco, Andrés Manuel López Obrador anunció que estaban registrados 259 mil 178 beneficiarios de los programas sociales federales en la Entidad. Y confirmó que operaban 24 sucursales; es decir, que en promedio, en cada una se atienden a 10 mil 800 personas.
Actualmente hay cinco sucursales en la zona metropolitana: dos en Guadalajara, dos en San Pedro Tlaquepaque y una en Zapopan, que atienden en un horario de 09:00 a 16:30 horas.
“En cuanto a la presencia del Banco del Bienestar en el Estado, se tienen considerados 129 bancos o sucursales. Ya tenemos concluidas, pero están en proceso de ejecución 20 y 85 están pendientes por iniciar”, dijo el Presidente de México.
Aunque falta iniciar con la construcción de 85 espacios, el Banco del Bienestar informó por Transparencia que no se tienen más ubicaciones. “Solamente se cuenta con 44 ubicaciones definidas a la fecha, conforme al informe remitido por la Secretaría de la Defensa Nacional. Se desconoce (más información), en los términos del acuerdo por el que se instruye a las dependencias y entidades de la administración pública para coordinarse para seleccionar los bienes inmuebles de la Federación y ponerlos a disposición del Banco del Bienestar en la instalación de sucursales”.
Algunos de los 17 programas federales que tienen presencia en la Entidad son “Becas de Educación Básica, Media Superior y Superior”, de la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez. También “Pensiones para el Bienestar de Personas Adultas Mayores y con Discapacidad”, entre otros.
Estos programas definen que, en su carácter de banca social, promueven y facilitan el ahorro entre los mexicanos, dentro y fuera del país, así como el acceso al financiamiento de primer y segundo pisos de forma equitativa para personas físicas y morales, impulsando así la inclusión financiera, “misma que se realiza con perspectiva de género y tomando en cuenta a las comunidades indígenas”.