En medio del repunte de casos de covid-19 por la variante ómicron, fue despedido ayer, sin previo aviso, personal del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) contratado para atender la emergencia desde hace dos años en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE.
“Estuvimos sacando adelante la pandemia 2 años, nadie se ha rajado, se han enfermando compañeros, hemos trabajado a marchas forzadas, muchos han bajado de peso, se han llegado a desmayar. Enfrentamos la primera, la segunda, la tercera y lo que nos dejaron, la cuarta ola. Tenemos impotencia, incertidumbre, realmente un mal sabor de boca. Ahora dejamos a los pacientes hospitalizados porque la pandemia está dura”, contó uno de los doctores despedidos.
El médico de 30 años, quien prefirió omitir su nombre, fue contratado en abril de 2019 para trabajar en el triage respiratorio. Ayer a las 14:00 horas, fue avisado por su jefa inmediata que estaba despedido y junto con él, alrededor de 21 médicos más de su misma área.
Todavía la semana pasada, el personal del Insabi que estaba dentro de la estrategia para el combate de covid-19 firmó su contrato por 6 meses como se hacía habitualmente, mismo que se vino para atrás ayer, con el despido.
“Es una injusticia, un mal agradecimiento de parte del Insabi, no del ISSSTE, porque sabemos que esto viene de órdenes federales”, comentó el médico del Insabi.
Cuestionada por este diario sobre el tema, la directora del Hospital 20 de Noviembre, Martha Alvarado, sólo señaló que fue un asunto que les fue informado y omitió dar más comentarios.
Apenas el domingo, el ISSSTE advirtió que México ya está en una cuarta ola de la pandemia por covid-19, derivada del incremento de casos en los últimos días y solicitó a los directores de Hospitales Regionales, Generales, de Clínicas Hospital y Clínicas de Medicina Familiar, así como a la directora del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre preparar sus unidades médicas para una posible conversión e incremento en el número de camas disponibles para la atención de pacientes.
En una circular firmada por Ramiro López Elizalde, director normativo de Salud, se pidió a los directores que, en caso de que por la demanda de servicios en las unidades médicas se requiriese más personal médico, enfermería y paramédico adicional, se debería solicitar a la Dirección Normativa de Salud para poder gestionar el recurso humano ante la Dirección Normativa de Administración y Finanzas.
En este contexto, se da el despido del personal del Insabi que tendrá que ser sustituido por el personal de base de la institución.
