Las fuerzas rusas extendieron este viernes sus bombardeos a una parte relativamente ilesa del oeste de Ucrania, atacando una planta de reparaciones de aviones de guerra a unas 50 millas de la frontera polaca, mientras el presidente Biden le advirtió al presidente Xi Jinping de China que no le proporcionara ayuda militar a Rusia en medio de una serie de esfuerzos diplomáticos para dar por terminada la violencia que envuelve a Ucrania.
Durante una videollamada que duró casi dos horas, Biden le advirtió a Xi, quien es un cercano aliado del presidente Vladimir V. Putin de Rusia, que podría haber “implicaciones y consecuencias si China le proporciona material de apoyo a Rusia para llevar a cabo sus brutales ataques contra ciudades y civiles de Ucrania”, de acuerdo con la Casa Blanca.
Aunque un funcionario de alto rango de la administración rechazó decir qué tipo de sanciones impondría Estados Unidos a China si le proporciona a Moscú equipo militar o le ofrece ayuda financiera.
El funcionario tampoco dijo qué le respondió Xi a la advertencia de Biden.
“Seguiremos observando qué acciones toman ellos”, dijo Jen Psaki, secretaria de Prensa de la Casa Blanca.
Mientras las fuerzas rusas golpeaban las ciudades y poblaciones de toda Ucrania, el presidente de Francia, Emmanuel Macron y el canciller de Alemania, Olaf Scholz, hablaron con Putin para urgirlo a terminar con el combate.
Sin embargo, al parecer las llamadas dieron pocos o ningún resultado. Cuando habló con Scholz, Putin se quejó de que en las intermitentes pláticas entre Rusia y Ucrania, Kiev estaba tratando de “prolongar las negociaciones para hacer una serie de nuevas y poco realistas propuestas”, de acuerdo con el Kremlin.