México.- La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que actualmente tres cuartas partes del territorio mexicano presentan algún grado de sequía, lo que representa casi seis puntos más que en la misma fecha del año anterior.
El Monitoreo de Sequía de la Conagua indica que en el actual periodo se encuentra afectado el 31.10 por ciento del territorio, mientras que en el año pasado la cifra era del 25.42 por ciento.
Según el mismo informe, el año anterior la mayoría del territorio presentaba una sequía anormal, mientras que actualmente se tiene una sequía moderada.
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han advertido durante los últimos 20 años a los distintos gobiernos federales y locales sobre esta sequía, la cual repercutirá en mayores incendios, escasez de alimentos y proliferación de enfermedades.
Los estados más afectados son Zacatecas, Nuevo León, Durango, Coahuila, Nayarit, Sinaloa, Aguascalientes, Colima, Jalisco y Michoacán.
Aunque los estados del norte son los más afectados, los estados del sur, como Yucatán o Chiapas, también padecerán de estiaje.
Los expertos señalan que se debe hacer un cambio radical, ya que la sequía que se padece en el norte debe ser un asunto de preocupación de todos los gobiernos del país, y se debe trabajar en generar una respuesta científica para abordar la problemática.
La falta de agua en el norte del país puede generar grandes movimientos en el país, pues en ellos se producen alimentos esenciales como maíz y carne.
Al 29 de marzo, el Nivel de Aguas Máximas Ordinarias de la Conagua registra un almacenamiento de líquido de 64 mil 322.28 hectáreas por metro cúbico de los 119 mil 697.73 de capacidad de las 210 presas con las que cuenta el país.
Lo anterior indica que el país tiene un 53.73 por ciento de agua para abastecer a la población, sin embargo, Aguascalientes, el Estado de México, Morelos, Querétaro, San Luis Potosí y Tamaulipas tienen agua acumulada por debajo del 50 por ciento de la capacidad de sus presas.
Los expertos hacen un llamado a dejar de reaccionar ante las desgracias, y empezar a planificar hacia las complicaciones que se padecen, ya que el siguiente siglo será peor. También se debe de trabajar en generar tecnología para solucionar los problemas y no depender de productos extranjeros que no se adecuan a las problemáticas del país.
