En la sexta noche de disturbios en Francia, un total de 157 personas fueron detenidas, según informó el ministerio del Interior el pasado lunes. Estos incidentes violentos se desencadenaron después de la muerte de Nahel, un joven de 17 años que recibió un disparo por parte de un agente policial durante un control de tránsito en las afueras de la capital.
El balance proporcionado por el ministerio del Interior reveló que hubo tres heridos entre las fuerzas de seguridad y se registraron 352 incendios en la vía pública, con 297 automóviles quemados. Además, un puesto de policía y una caserna de gendarmes también fueron objeto de ataques.
Sin embargo, en medio de esta ola de violencia, se confirmó la trágica muerte de otro joven. Se trata de un bombero de 24 años que perdió la vida en Saint-Denis, cerca de París, mientras extinguía un incendio de autos en un aparcamiento subterráneo. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció la triste noticia en su cuenta de Twitter, expresando sus condolencias y destacando la pronta atención brindada por el equipo de bomberos.
En relación con este incidente, el ministerio del Interior señaló que se está llevando a cabo una investigación para determinar las circunstancias exactas del incendio de los vehículos. Aunque Darmanin no mencionó directamente los disturbios en su mensaje, estas situaciones de tensión y violencia persisten en el país desde hace casi una semana.
La situación en Francia continúa siendo delicada, y las autoridades trabajan arduamente para controlar la violencia y restablecer el orden público. Se espera que se tomen medidas adicionales para evitar más incidentes y garantizar la seguridad de la población.
