El Frente Amplio por México, la nueva denominación de la alianza Va por México, busca presentarse como una coalición fuerte y unida frente al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en las próximas elecciones. Sin embargo, internamente, la realidad es diferente. El método de selección del candidato presidencial para 2024 ha minado la cohesión de la alianza. Desde que se anunció el mecanismo de selección el pasado lunes, el grupo opositor conformado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y organizaciones civiles, ha sido objeto de especulaciones, bajas de aspirantes a la candidatura y acusaciones de falta de transparencia. Este domingo, el priista Alejandro y el empresario Gustavo de Hoyos anunciaron su retiro.
Las negociaciones para definir el método de selección fueron un complicado juego de ajedrez entre las cúpulas partidistas y la organización Unid@s, liderada por los empresarios Claudio X. González y Gustavo de Hoyos. Aunque los detalles de la ejecución del mecanismo aún no se conocen, ha dejado satisfechos a muchos miembros de la coalición que respaldan el acuerdo. Sin embargo, otros se han retirado debido a la desconfianza, cuestionando la participación ciudadana por no ser completamente abierta, poniendo en duda la independencia y veracidad del método, o reclamando un diseño pensado para aspirantes respaldados por las estructuras partidistas y no para los civiles interesados en participar.
Una de las figuras que ha destacado en esta contienda es Xóchitl Gálvez, senadora del PAN, quien ha experimentado un rápido ascenso en las encuestas en tan solo unos días. Respaldada por destacados empresarios como Claudio X. González, Alejandro Junco y Agustín Coppel, Gálvez es considerada una candidata con posibilidades de competir en las elecciones presidenciales contra el candidato de Morena. Su origen humilde y su historia personal, en la que tuvo que vender gelatinas para poder estudiar, le han valido el apoyo de un público que normalmente se inclinaría hacia las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tras la salida de Lilly Téllez de la contienda, Gálvez se convierte en la única representante del PAN junto al diputado Santiago Creel. Según algunas fuentes de la alianza, antes del sorpresivo ascenso de Gálvez en las encuestas, Creel era considerado como el candidato más probable. Hasta la semana pasada, gran parte de la oposición buscaba que Gálvez compitiera por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, respaldando las posibilidades de Creel. Sin embargo, Gálvez ha ganado terreno rápidamente, poniendo en duda esos primeros planes.
El método de selección ha amenazado la unidad de Va por México desde el principio. Téllez expresó sus dudas el mismo lunes y publicó un documento con 50 preguntas para aclarar los detalles del mecanismo. Ante la falta de respuesta, anunció su retiro dos días después. Algunas fuentes han indicado que su salida podría revertirse si se realizan cambios en el proceso interno. Entre las críticas internas destacan la realización del mecanismo fuera de los plazos electorales establecidos por la ley, el control aún incierto de las 150,000 firmas necesarias para cada aspirante, el alcance real de la participación ciudadana y el origen y gasto de los recursos para llevar a cabo el proceso. La senadora priista Claudia Ruiz Massieu anunció su retiro el jueves, argumentando su desacuerdo con el mecanismo anunciado.
Otros aspirantes que también se han retirado son el priista Alejandro Murat, exgobernador de Oaxaca, y el empresario Gustavo de Hoyos. Murat expresó en un video publicado en Twitter que, de acuerdo con sus convicciones y principios, el método genera más dudas que certezas. De Hoyos también anunció su no participación, argumentando que el mecanismo dificulta en extremo la participación exitosa de perfiles ciudadanos sin militancia partidista. Dentro del PRI, aquellos que siguen en la contienda son la senadora Beatriz Paredes, el exsecretario de Turismo Enrique de la Madrid, y los economistas José Ángel Gurría e Ildefonso Guajardo. Algunas fuentes del partido señalan que aquellos que no estén alineados con el presidente del tricolor, Alejandro Alito Moreno, tienen pocas posibilidades de avanzar en el proceso interno.
Mientras las cúpulas partidistas negocian con un par de empresarios el destino de la alianza, varias figuras han optado por alejarse, incluso el académico Sergio Aguayo, quien inicialmente aceptó ser parte del proceso abierto para elegir al candidato de la sociedad civil, pero quedó excluido con el nuevo método. Quienes aún aspiran a figurar en la boleta electoral el próximo año no solo buscan apoyo dentro de sus partidos, sino también se acercan a sindicatos y cualquier estructura que pueda movilizar votantes.