El Instituto Nacional Electoral (INE) intenta establecer reglas para regular los procesos internos de ambos bloques políticos, con el objetivo de evitar infracciones a la normativa electoral. Sin embargo, los consejeros del INE señalan que los miembros de Morena no cumplen con estas reglas en un lapso de 19 días, ya que en lugar de llevar a cabo actividades internas del partido, realizan “proselitismo” para posicionar su imagen de cara a la candidatura presidencial.
La oposición fue la primera en denunciar a Morena por su proceso interno para elegir al “Coordinador de Defensa de la Transformación”. Posteriormente, una vez que el INE emitió medidas cautelares, el partido oficialista hizo lo propio con el proceso del Frente Va por México, que seleccionará a su “Representante Nacional para la Construcción del Frente Amplio Opositor”.
Claudia Zavala, presidenta de la Comisión de Quejas del INE, expresó su sorpresa ante esta situación, señalando la paradoja de que el partido que hoy denuncia haya sido denunciado por los mismos hechos que denuncia. Además, planteó la interrogante de si los actos de unos y otros son simulados para evadir las reglas establecidas y si las denuncias son una estrategia para desestabilizar a los adversarios políticos.
El INE argumenta que no puede frenar los procesos internos de los partidos, ya que se consideran actividades partidistas. De acuerdo con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la autoridad electoral tiene la facultad de vigilar que las actividades de los partidos políticos y los participantes en los procesos electorales se desarrollen de acuerdo con la normativa constitucional y legal, pero esto debe ser un control prudente y responsable, sin limitar de manera injustificada la acción comunicativa de los actores políticos y sociales.
Además de las reglas establecidas, el INE ha ordenado a los aspirantes respetar los plazos legales para la realización de los procedimientos de selección de candidaturas, que inician hasta la tercera semana de noviembre. Esto es crucial para evitar actos anticipados de precampaña y/o campaña, los cuales pueden generar una ventaja indebida en perjuicio de otros contendientes, afectando así el principio de equidad en la contienda.
Entre las reglas impuestas se encuentra que los discursos y mensajes de los aspirantes no deben hacer llamados explícitos al voto a favor o en contra de alguna persona o fuerza política. Tampoco se deben realizar actos con el objetivo de obtener respaldo para ser postulados como precandidatos, ni difundir propaganda relacionada con aspiraciones electorales. Las propuestas electorales y plataformas de gobierno tampoco deben ser promocionadas.
Adicionalmente, los aspirantes a la “representación” deben presentar al INE un calendario semanal de actividades, y los partidos políticos deben tener un control sobre los recursos utilizados por los aspirantes, los cuales deben contemplarse dentro del gasto ordinario.
En caso de que se detecten conductas posiblemente antijurídicas durante este proceso, el INE estará facultado para dictar las medidas preventivas correspondientes, incluso de manera oficiosa.
