El actual presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, Óscar Eduardo Ramírez Aguilar, se encuentra en el centro de la polémica después de que se revelara que vive en un extravagante penthouse en la exclusiva zona de Polanco, Ciudad de México. Según informa el diario Reforma, este penthouse fue adquirido por la empresa Atlaniconstrucciones Sa de CV, cuyo domicilio fiscal está registrado en un pueblo de Chiapas donde se afirma que “el Cártel de Sinaloa es quien manda”.
Sin embargo, el periódico ha descubierto que esta empresa podría ser una entidad fantasma, ya que no se encuentra en la dirección registrada. Los reporteros de Reforma visitaron el lugar en Ejido Nuevo Chapultepec, municipio La Trinitaria, Chiapas, y solo encontraron un pequeño pueblo con unas pocas calles y casas de madera y cemento, así como escuelas y una clínica. Los habitantes del lugar reconocieron el nombre del supuesto representante legal de la empresa, Julio Hernández Domínguez, pero negaron que fuera empresario y afirmaron que no hay ninguna compañía establecida en la localidad.
Según relata el diario, los reporteros de Reforma fueron amenazados y obligados a abandonar el pueblo por personas a bordo de una camioneta blanca con vidrios polarizados. Ejido Nuevo Chapultepec es una zona fronteriza con Guatemala y se considera un área de disputa entre grupos de narcotráfico, siendo el Cártel de Sinaloa uno de los actores principales.
De acuerdo con la investigación de Reforma, el penthouse donde reside el senador Eduardo Ramírez desde hace cuatro años tiene una superficie de 311 metros cuadrados y está ubicado en la calle Arquímedes, en Polanco. La propiedad fue valuada en 22 millones de pesos, pero la empresa pagó 18.5 millones de pesos, según el registro de compra-venta. El penthouse consta de dos plantas y cuenta con lujosas comodidades, como sala, comedor, cocina, terrazas, dormitorios con baños, cuarto de servicio, cuarto de lavado y acceso a un gimnasio bien equipado donde el legislador se ejercita, según las publicaciones en sus redes sociales.
Al ser cuestionado por el diario Reforma, el senador Eduardo Ramírez afirmó que él renta el departamento y desconoce quiénes son los verdaderos propietarios. Además, se negó a revelar el monto del alquiler, alegando que es información privada. El legislador alegó que antes de la pandemia ocupó el departamento entre 2019 y 2020, luego se trasladó a Chiapas y regresó al inmueble en 2022.
Eduardo Ramírez Aguilar obtuvo su cargo legislativo por el Principio de Mayoría Relativa y entró al Senado en septiembre de 2018 como representante del estado de Chiapas. La revelación de su vínculo con una empresa fantasma y su residencia en un penthouse de alto lujo han generado críticas y cuestionamientos sobre su situación patrimonial y transparencia en el ejercicio de su cargo.