Jesús Zambrano, líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ha anunciado una pausa en la participación del partido en la alianza opositora tras la selección de aspirantes a la coordinación del Frente Amplio por México. Esta decisión ha generado incertidumbre sobre el futuro del partido y su papel en la coalición PRI-PAN-PRD, que busca hacer frente a Morena en las elecciones de 2024.
El PRD ha enfrentado dificultades en los últimos años, perdiendo su registro en 19 entidades federativas, incluyendo el Estado de México y Coahuila. En estos estados, el partido no logró alcanzar el umbral del tres por ciento de los votos requerido para subsistir en un sistema político que muestra tendencias hacia el bipartidismo.
El analista político Alejo Sánchez Cano advierte que, si el PRD y el PT deciden ir por su cuenta en los comicios de 2024, corren el riesgo de perder su registro a nivel nacional. El Instituto Nacional Electoral (INE) establece varias razones por las cuales un partido puede desaparecer, incluyendo la obtención de menos del tres por ciento de los votos en elecciones previas y el incumplimiento sistemático de las obligaciones electorales.
Cuando un partido pierde su registro, enfrenta graves consecuencias. Pierde sus derechos y prerrogativas, no puede vender sus bienes, sus gastos deben ser autorizados por el INE, y debe saldar deudas con proveedores, acreedores y trabajadores, además de enfrentar multas de fiscalización con sus recursos.
La decisión del PRD de pausar su participación en la alianza opositora agrega una nueva capa de incertidumbre al panorama político de cara a las elecciones de 2024, mientras el partido enfrenta la amenaza de desaparición y lucha por mantener su relevancia en la escena política nacional.