En el período entre 2020 y 2022, se observó un declive en el porcentaje de mexicanos viviendo en condiciones de pobreza, aunque un informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) revela un incremento en la cantidad de personas enfrentando carencias sociales, particularmente en el acceso a servicios de salud.
Según el reporte del Coneval, la proporción de personas en situación de pobreza se redujo del 43.9% al 36.3%, lo que se traduce en una disminución de 55.7 a 46.8 millones de personas. Los números de aquellos considerados en pobreza extrema también descendieron del 8.5% al 7.1%, pasando de 10.8 a 9.1 millones.
A pesar de estas cifras, en términos absolutos se registraron 400 mil pobres extremos adicionales el año pasado en comparación con 2018.
Las Estimaciones de Pobreza Multidimensional 2022 arrojaron un aumento en la población vulnerable debido a carencias sociales, pasando del 23.7% al 29.4%. La carencia más prominente fue la del acceso a servicios de salud, que escaló del 28.2% al 39.1%.
El Coneval también destacó una disminución en el número de personas con ingresos inferiores al valor de la canasta alimentaria, pero indicó que este grupo experimenta una reducción en su ejercicio de derechos sociales.
Los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca presentaron las mayores tasas de población en situación de pobreza, superando el 58%, mientras que los estados con menor incidencia de pobreza fueron Baja California Sur, Baja California y Nuevo León, con menos del 17%.
El secretario ejecutivo del Coneval, Nabor Cruz, atribuyó la disminución de la pobreza a una combinación de factores, incluyendo la recuperación de empleos e ingresos después de la pandemia de Covid-19, el aumento del salario mínimo y el impacto de programas sociales.
Rosario Cárdenas, integrante del equipo de investigadores académicos del Coneval, sugirió que el aumento en la carencia de acceso a servicios sociales puede estar relacionado con la incertidumbre generada por los cambios del Seguro Popular al esquema del Insabi y luego al de IMSS Bienestar, sin un periodo adecuado de transición.