Tres reclusos de alta peligrosidad lograron escapar del penal del municipio de La Piedad, en Michoacán, durante la noche del pasado lunes. Dos de los fugitivos están vinculados al asesinato del sacerdote católico José Alfredo López Guillén en 2016.
La fuga se produjo alrededor de las 21:30 horas a través de una de las torres de vigilancia del centro penitenciario, ubicado en el kilómetro 40 de la carretera estatal Zamora-La Piedad, según confirmó una fuente del gobierno estatal encabezado por el morenista Alfredo Ramírez Bedolla.
Los fugitivos fueron identificados como Vicente Aguilar Huante, de 27 años y originario de Zacapu, procesado por homicidio calificado y robo calificado grave; Juan Carpinteyro y/o Juan Carpinteiro Pavón, de 30 años, oriundo de la Ciudad de México y acusado de homicidio; así como Francisco Javier Acosta Lara, de 31 años, originario de Morelia, Michoacán, y sentenciado por homicidio calificado y robo.
Según la Fiscalía General del Estado (FGE), Vicente Aguilar y Francisco Javier Acosta eran exmiembros del Ejército Mexicano y fueron arrestados en octubre de 2016 como presuntos responsables del asesinato del sacerdote José Alfredo López Guillén, párroco del poblado de Janamuato, en el municipio de Puruándiro.
El asesinato del sacerdote ocurrió el 19 de septiembre de 2016, y su cuerpo fue encontrado días después en la carretera Puruándiro-Zináparo, con cuatro impactos de bala en el estómago y envuelto en una cobija. Se alega que los militares convivieron previamente con el sacerdote en la casa parroquial de Janamuato, donde surgió una disputa que culminó en la trágica muerte del clérigo. Además, los fugitivos fueron acusados de robar dos vehículos propiedad del sacerdote.
Las autoridades han movilizado un amplio operativo de búsqueda, en el que participan agentes del Ejército, Guardia Nacional, Guardia Civil (Policía Estatal), policía municipal, Fiscalía General del Estado (FGE) y fuerzas de seguridad de los estados de Guanajuato y Jalisco, que colindan con La Piedad.
Además, Ignacio Mendoza Jiménez, coordinador del Sistema Penitenciario Estatal, se ha unido al dispositivo, junto con un equipo especial del grupo de seguridad y custodia penitenciaria.
Es importante destacar que esta no es la primera fuga en el penal de La Piedad, ya que en septiembre de 2019, el recluso Manuel Espinoza Vera, conocido como “El Zarco”, logró escapar trepando por una de las bardas perimetrales, aunque fue recapturado en el municipio de Zináparo después de 24 horas. La FGE ha comenzado a investigar y reunir a los guardias de seguridad del penal para determinar responsabilidades en esta nueva fuga.