Marcelo Ebrard, quien en algún momento aspiró a la candidatura presidencial por el partido oficialista Morena, anunció en Tijuana, Baja California, que tomará una decisión crucial para su futuro político el próximo 3 de noviembre. Durante su visita a la ciudad fronteriza, Ebrard presentó oficialmente su asociación civil “El Camino de México” ante una audiencia compuesta por jóvenes estudiantes y simpatizantes.
Previo a su encuentro con esta audiencia, el político atendió a los medios de comunicación y denunció presuntas prácticas de corrupción en el proceso interno de Morena, implicando a las secretarías estatales de Bienestar, incluyendo la de Baja California. Según Ebrard, estas acciones favorecieron a Claudia Sheinbaum, quien se perfila como la posible candidata presidencial del partido para las elecciones de junio de 2024.
Ebrard aseguró que presentó una queja ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, y espera una respuesta el 3 de noviembre. “Llevo 24 años trabajando en este proyecto y estoy muy en contra de esas prácticas, más allá de cualquier otra consideración, y sabemos que son ciertas”, afirmó.
Cuando se le preguntó si aún considera la posibilidad de postularse como candidato presidencial, posiblemente con otro partido como Movimiento Ciudadano, Ebrard respondió que su decisión dependerá del resultado de la queja en Morena. “Morena tiene que resolver una queja con graves irregularidades y necesitamos que lo resuelvan, en el momento que se resuelva esa queja podré responder esa pregunta”, expresó.
Ebrard enfatizó la importancia de tomar en serio la acusación de corrupción en el proceso de selección interna de candidatos, ya que no hacerlo sería aceptar estos actos. También subrayó que Morena está en una encrucijada y que es esencial abordar estas preocupaciones para evitar que el partido se asemeje a lo que ha combatido durante las últimas décadas.
El político compartió testimonios de personas que trabajaron en las secretarías de Bienestar en varios estados, quienes alegan que se llevaron a cabo prácticas para favorecer a Sheinbaum, incluyendo campañas de proselitismo y amenazas a beneficiarios de programas de Bienestar para que apoyen a la candidata.
