En una reciente conferencia de prensa, el vocero del Ejército israelí, Daniel Hagari, anunció que se ha notificado a 199 familias la identidad de sus seres queridos secuestrados por el movimiento islamista Hamás y otras milicias palestinas en la Franja de Gaza. Esta revelación eleva significativamente la cifra de rehenes en el enclave, que inicialmente se estimó en unos 130, según las informaciones difundidas por las milicias.
Sin embargo, existe preocupación sobre la posibilidad de que el número de rehenes sea considerablemente mayor, ya que algunas familias tienen a varios de sus miembros secuestrados desde la agresión de Hamás el pasado 7 de octubre.
El vocero del Ejército, Daniel Hagari, afirmó: “No haremos ningún ataque que ponga en riesgo la vida de los secuestrados”. Mientras tanto, se especula sobre la posibilidad de que el Ejército israelí emprenda una incursión terrestre a gran escala en la Franja.
En los últimos diez días, las fuerzas israelíes llevaron a cabo intensos bombardeos en la Franja de Gaza, según Hamás, habrían resultado en la muerte de al menos 26 rehenes israelíes, aunque no se han presentado pruebas de ello.
Desde el inicio de la guerra, más de 1,400 israelíes han perdido la vida, la mayoría de ellos civiles víctimas de la masacre perpetrada por Hamás en las comunidades colindantes a la Franja. El Ejército israelí confirmó la identidad de 292 soldados fallecidos en los combates, así como la de 54 agentes de la policía de fronteras, elevando el número total de elementos caídos en la guerra a más de 350.
La identificación de las víctimas civiles en Israel avanza más lentamente, y los equipos forenses trabajan a contrarreloj para recabar pruebas de ADN de familiares de desaparecidos para comparar información, lo que ha generado malestar entre los familiares debido a la demora.
Según los últimos datos disponibles, la policía forense ha recibido hasta el momento 936 cuerpos de civiles, de los cuales 615 han sido identificados y 494 entregados a sus familias para darles sepultura.
Los feroces bombardeos israelíes sobre Gaza han causado, en diez días, la muerte de 2,750 personas y han dejado a 9,700 heridos, lo que representa las cifras más altas registradas en una guerra en el enclave.