El huracán Otis, que azotó las costas de Guerrero como una amenaza de categoría 5, ha dejado una devastación sin precedentes en Acapulco y otras poblaciones del estado. A pesar de las acciones preventivas implementadas por los gobiernos locales y federales, en tan solo 12 horas, Otis se transformó en un huracán, causando daños materiales y humanos aún por cuantificar.
Hasta el momento, ninguna autoridad, a nivel local o federal, ha proporcionado un balance de los daños causados por el huracán, ni se ha revelado si hubo personas heridas o fallecidas como resultado de este fenómeno devastador.
A 24 horas del impacto del huracán, amplias zonas de Acapulco y poblaciones circundantes continúan sin acceso a agua y energía eléctrica, mientras se reportan fallas en los servicios de telefonía e internet. Imágenes impactantes muestran Acapulco como una auténtica zona de guerra, con edificios destruidos y estructuras seriamente dañadas.
Cientos de postes, árboles y antenas, incluyendo 54 de la Comisión Federal de Electricidad (dejando sin luz a medio millón de usuarios), colapsaron debido a la fuerza de los vientos. El Hospital Regional Número 1, Vicente Guerrero, del IMSS, sufrió daños severos, con videos que muestran cómo el viento rompió cristales y derribó puertas y techos.
Las autoridades están trabajando incansablemente para despejar las carreteras afectadas por deslaves, incluyendo la Autopista del Sol, y priorizar el paso de vehículos de emergencia.
Más de 40,000 turistas se mantienen varados, ya que tanto las carreteras como el aeropuerto se encuentran fuera de servicio hasta nuevo aviso, y la distribución de gasolina se ha visto interrumpida.
Las redes sociales se llenaron de videos en los que los turistas narran con pánico cómo sobrevivieron al paso del huracán en hoteles, mientras que algunos negocios, aún afectados, fueron víctimas de actos vandálicos y saqueos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se dirigió a Acapulco por tierra, enfrentando retrasos en su llegada, ya que la unidad en la que viajaba quedó atascada, lo que lo llevó a cruzar a pie la carretera México-Acapulco en el kilómetro 39. Se espera que el mandatario, junto con la gobernadora Evelyn Salgado, brinde un balance de los daños en las próximas horas.
Mientras tanto, el huracán Otis se ha debilitado a una baja presión remanente y se dirige hacia Michoacán, pero la emergencia persiste, con fuertes lluvias afectando varias regiones del país, incluyendo Guerrero, Michoacán, Puebla, Estado de México, Morelos, Oaxaca y Ciudad de México, según la Comisión Nacional del Agua.
