El presidente Andrés Manuel López Obrador firma un decreto histórico que prohíbe las máquinas tragamonedas en casinos y casas de apuestas a partir de esta semana. La reforma al Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, publicada este jueves, marca un hito en la regulación de los juegos de azar en México.
Aunque la medida no será retroactiva, permitiendo a los casinos con estas máquinas continuar operando hasta la expiración de sus permisos, se establece un límite máximo de 15 años para la vigencia de dichos permisos. Una vez vencidos, no podrán renovarse ni obtener prórrogas, marcando el fin de una era para las tragamonedas que fueron legalizadas durante el sexenio de Felipe Calderón.
El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), deroga los artículos de la ley que permitían las tragamonedas, prohibiendo expresamente todas las formas de apuestas relacionadas. Además, se elimina la figura de operadoras como intermediarios, con un período de transición hasta la conclusión de sus permisos.
En un movimiento significativo, se establece que “a partir de la entrada en vigor del presente Decreto, no se otorgarán nuevos permisos” para la apertura de casinos. Las autorizaciones para diversas formas de apuestas, como el cruce de apuestas en hipódromos y galgódromos, tendrán una vigencia mínima de un año y máxima de 15 años.
Esta decisión redefine el panorama de los juegos de azar en México, marcando un cambio radical desde la legalización de las tragamonedas en 2012. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respaldó el uso de las máquinas tragamonedas en 2016, considerándolas juegos de sorteo y no de azar o habilidades.