En medio de denuncias nacionales e internacionales por impactos en las áreas por donde transita el Tren Maya, la Secretaría de Gobernación defiende la construcción del proyecto, asegurando que fue el resultado de un diálogo constante con comunidades indígenas. Según el subsecretario César Yáñez, se llevaron a cabo 75 consultas en las que se informó a las comunidades y se escucharon sus preocupaciones.
El funcionario señala que esta obra, inaugurada recientemente por el presidente López Obrador, representa un enfoque novedoso al incluir a la ciudadanía en su trazado. Sin embargo, relatores de derechos humanos de la ONU advierten que el proceso de consulta podría haber sido impuesto para legitimar el proyecto, con decisiones ya tomadas al margen del consentimiento de las comunidades.
Adicionalmente, el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza condena la construcción del Tren Maya, calificándola como un “ecocidio” y un “etnocidio”, reconociendo la violación a los derechos bioculturales del pueblo maya. A pesar de las críticas, César Yáñez destaca la participación de Gobernación en mesas de negociación donde, según él, se atendió el 99 por ciento de las peticiones de los pobladores.
