Miles de migrantes varados en la frontera sur de México han obtenido amparo para recibir atención por parte del Instituto Nacional de Migración (INM). Activistas señalan que jueces federales han instado al titular del INM en Chiapas, Roberto González López, a atender a alrededor de 13 mil extranjeros de diversas nacionalidades, respaldados por el Centro de Dignificación Humana (CDH), una organización civil que gestionó los amparos.
Según Luis Rey García Villagrán, coordinador del CDH, muchos migrantes llevan meses en Tapachula, donde se les ha entregado un documento que no se registra en el sistema. Este amparo busca agilizar la regularización de su situación en el intento de llegar a Estados Unidos.
Entre los beneficiados se encuentra Rojas Josella, una cubana que, tras iniciar un trámite con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), no ha recibido respuesta. La alternativa del amparo se presenta como una opción para avanzar hacia la zona norte y obtener una cita con las autoridades estadounidenses.
Nelly Llano Martínez, de Honduras, también busca atención de la Comar desde hace tres meses y medio, sin obtener respuesta ni cita. Con dos hijos a cuestas, su situación se complica tras abandonar su país debido a la delincuencia y las extorsiones, cerrando su pequeño negocio de venta de tortillas de harina.
Mientras tanto, la Comar ha tomado su segundo periodo vacacional hasta el próximo 2 de enero, a pesar de la presencia masiva de migrantes en Tapachula. García Villagrán advierte que, de no recibir atención, una caravana de migrantes podría salir en vísperas de Navidad, el 24 de diciembre.
Este acontecimiento legal ocurre en medio de un flujo migratorio “sin precedentes” en México y Centroamérica, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que reportó un aumento anual del 60 por ciento en la migración irregular que atraviesa territorio mexicano en 2023.
