En los cinco años transcurridos desde el inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, México ha experimentado niveles sin precedentes de violencia, según revela la estadística oficial de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. La cifra escalofriante de 170,800 personas asesinadas durante este período pone de manifiesto la gravedad del problema, marcando un hito sombrío para la 4T.
Aunque el informe del gobierno federal sugiere una disminución del 14% en la incidencia de asesinatos (feminicidios y homicidios dolosos) entre 2019 y 2023, la Oficina de la Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) destaca la persistente preocupación por las tasas de homicidios en México. En su “Estudio Global de Homicidios 2023”, la ONUDD señala una posible conexión entre la disminución de homicidios y la influencia continua de los grupos criminales, conocida como la “pax narca”.
Aunque la ONUDD reconoce una ligera disminución, advierte sobre la capacidad de los grupos criminales para influir en la violencia mediante el control territorial y de mercados, un patrón que ha caracterizado sexenios anteriores. La presencia de grupos vinculados al narcotráfico y el fácil acceso a las armas de fuego son factores críticos que contribuyen a la alta tasa de homicidios en México, según el informe.
El uso de armas de fuego en el 70% de los crímenes durante la actual administración, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, subraya la gravedad de la situación. Además, en 2023, se registraron 302 homicidios culposos, mil 351 lesiones culposas y 53 mil 94 lesiones dolosas relacionadas con armas de fuego, destacando la magnitud del problema.
El informe de incidencia delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revela que, de los 170,800 asesinatos en 2023, 4,833 fueron feminicidios y 165,967 homicidios dolosos. Aunque ambas categorías son asesinatos dolosos, la distinción es crucial para visibilizar la violencia de género.
Los diez estados con mayor número de víctimas de asesinatos en términos absolutos durante esta administración son: Guanajuato, Estado de México, Baja California, Jalisco, Chihuahua, Michoacán, Sonora, Guerrero, Veracruz y Ciudad de México, concentrando el 65% de los asesinatos en el país.
Además, los estados con las tasas más altas de asesinatos por cada 100 mil habitantes incluyen a Colima, Morelos, Baja California, Zacatecas, Chihuahua, Guanajuato, Guerrero, Sonora, Quintana Roo y Michoacán, destacando la gravedad del problema en estas regiones.
A pesar de las afirmaciones de disminución, si la tendencia actual persiste, se proyecta que los asesinatos durante la 4T podrían rondar los 200,000 al final del sexenio, planteando serias preocupaciones sobre la seguridad ciudadana en México.