El gobierno de México llevó a cabo la federalización del sistema de salud, consolidando los recursos de salud de los estados a través del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA). El decreto, publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), reforma diversas disposiciones de la Ley de Coordinación Fiscal y de la Ley General de Salud con el objetivo de fortalecer el sistema de salud para el bienestar.
Según el artículo 77 bis 16 A de la Ley General de Salud, los estados podrán utilizar los servicios del IMSS-Bienestar mediante convenios de coordinación para garantizar la prestación de servicios de salud. No obstante, deberán aportar recursos al Fondo de Salud para el Bienestar, un fideicomiso público, para respaldar la prestación gratuita de servicios médicos, medicamentos y otros insumos relacionados.
El artículo 77 bis 13 establece que los gobiernos estatales aportarán recursos según lo acordado en los convenios de coordinación celebrados. Aquellas entidades federativas que hayan suscrito convenios con el IMSS-Bienestar recibirán los recursos correspondientes del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, destinándolos a sus obligaciones conforme a la Ley General de Salud.
El monto del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud se determinará anualmente en el Presupuesto de Egresos de la Federación. El decreto, que entrará en vigor el jueves, también establece la revocación de acuerdos de descentralización integral de servicios de salud en entidades federativas que tengan o suscriban convenios con el IMSS-Bienestar.
Este paso hacia la centralización de servicios de salud se alinea con el acuerdo firmado en octubre del año pasado entre el gobierno central y 23 estados, que busca consolidar un sistema de atención médica único, universal, público, gratuito y preventivo, según informó el IMSS.