El magnate mexicano Carlos Slim, una de las personas más adineradas del mundo, afirmó en una conferencia de prensa celebrada en la sede del Grupo Financiero Inbursa, que su empresa de telecomunicaciones, Telmex, ha estado registrando pérdidas durante los últimos diez años y ya no se considera un negocio rentable.
A pesar de esta situación, Slim expresó su decisión de no vender la empresa, argumentando que Telmex debe permanecer como una empresa mexicana. Durante la comparecencia, el empresario de 84 años ofreció una amplia explicación de su trayectoria empresarial desde 1960 hasta la actualidad.
Slim también abordó las acusaciones de favoritismo por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, destacando que no ha recibido beneficios y, por el contrario, ha contribuido al país. Aunque reconoció tener una buena relación personal con el mandatario, afirmó que ha participado en menos obras públicas durante este gobierno en comparación con administraciones anteriores.
En cuanto al proyecto del Tren Maya, del cual es parte, Slim explicó que su empresa de infraestructura solo participa en uno de los siete tramos de la obra. Además, propuso una reforma laboral que incluiría dos jornadas laborales legalmente establecidas: una de 40 horas y otra de 48, sugiriendo aumentar un 20% el salario para aquellos que trabajen 48 horas.
Finalmente, el empresario se mostró parcialmente de acuerdo con la propuesta de reforma constitucional en pensiones presentada por el presidente López Obrador, pero advirtió sobre su inclusión en la Constitución, sugiriendo que los avances tecnológicos podrían afectar las expectativas de vida en el futuro.