En una respuesta contundente a la creciente inseguridad en las carreteras mexicanas, miles de transportistas de 30 estados del país llevaron a cabo ayer un paro nacional. La manifestación tenía como objetivo principal exigir medidas urgentes para garantizar la seguridad en la red vial, la cual, según ellos, se ha convertido en un peligro constante para quienes la transitan.
Líderes de diversas asociaciones de transportistas, en entrevista con El Financiero, destacaron que la problemática no se limita únicamente a los asaltos, que ocurren a un ritmo alarmante de uno cada 38 minutos, generando pérdidas diarias de hasta 19 millones de pesos, según cifras de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin). Además, denunciaron la presencia de extorsiones, secuestros y homicidios, haciendo hincapié en la gravedad de la situación.
Transportistas de estados como Estado de México, Puebla, Chihuahua, Hidalgo, Morelos, Querétaro, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Colima, Nayarit, Jalisco, Veracruz, Tabasco, Sonora, Sinaloa y Durango, entre otros, se sumaron a las protestas, cerrando carreteras y expresando su preocupación por la falta de seguridad.
Los manifestantes acusaron la escasa presencia y eficacia de los cuerpos de seguridad, señalando que tanto la Guardia Nacional como la policía estatal no han logrado frenar la incidencia delictiva. “Realmente tenemos un vacío de autoridad en las carreteras”, afirmó Miguel Ángel Santiago, líder nacional de la Alianza Nacional de Organización de Transportistas (Amotac).
Ante la descalificación del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien catalogó la protesta como un acto “politiquero”, Santiago aclaró que la movilización no tiene motivaciones políticas, sino que busca llamar la atención sobre necesidades urgentes y subrayó que en lo que va del año ya han sido asesinados 14 choferes.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad y la Fiscalía General de la República revelan que en 2023 se registraron 13,848 robos a transportistas, un aumento del 4.6% con respecto a 2022. El 66.3% de estos ocurrieron en carreteras estatales, y el restante 33.7% en carreteras federales.
Saúl López, un transportista de Durango, expresó que el paro fue una respuesta a la inseguridad que ha alcanzado niveles extraordinarios, afectando tanto el bolsillo como el trabajo de quienes dependen del transporte.
Aunque la protesta transcurrió sin incidentes mayores, Miguel Ángel Santiago informó que ya se ha establecido una mesa de diálogo con el gobierno federal. Por ahora, no se prevé otra protesta, pero la atención y solución a las demandas de los transportistas son imperativas para restaurar la confianza y seguridad en las carreteras del país.