Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) entre 2012 y 2016, abandonó el Reclusorio Norte de la Ciudad de México el martes por la noche, después de que un juez de amparo le concediera la libertad para llevar a cabo su proceso en prisión domiciliaria vinculado al caso Odebrecht.
Lozoya, de 49 años, salió discretamente del centro penitenciario en un vehículo de lujo a las 19:39 h, eludiendo la presencia de los medios de comunicación mediante una estrategia de ocultamiento.
El exfuncionario, detenido desde noviembre de 2021, buscaba la libertad condicional con un cambio en las medidas cautelares a prisión domiciliaria, apoyado por el uso de un brazalete electrónico. La decisión se había postergado en varias ocasiones, pero este martes un juez mexicano finalmente le otorgó la libertad procesal.
A partir de ahora, Lozoya puede circular libremente por la Ciudad de México, pero tiene restricciones para salir de la ciudad o del país. Además, deberá presentarse cada 15 días para firmar el libro de procesados.
La Fiscalía General de la República (FGR) informó que el juez de amparo, Juan Pedro Contreras Navarro, basó su decisión en la creencia de que no existe riesgo de fuga por parte de Lozoya. Sin embargo, la FGR enfatizó que el exdirectivo no ha ganado ningún juicio y ha obtenido privilegios procesales injustos.
La FGR considera “injustas, inequitativas y parciales” las resoluciones que beneficiaron a Lozoya, acusando a jueces y magistrados de excluir pruebas lícitas obtenidas en Brasil y Suiza. Se anunció que se presentará un recurso de revisión para buscar justicia en este caso.
Emilio Lozoya, figura en el escándalo de sobornos de Odebrecht, enfrenta dos procesos judiciales en México por corrupción, uno relacionado con la compra fraudulenta de la planta Agronitrogenados y otro por presuntos sobornos recibidos durante la campaña y gobierno de Enrique Peña Nieto. La FGR ha solicitado una condena de hasta 39 años de prisión por asociación delictiva, lavado de dinero y cohecho.