En la reciente VI Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente (UNEA-6), el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, emitió una preocupante advertencia: “Si nuestro planeta fuera un paciente, estaría ingresado en cuidados intensivos”. El líder de la OMS describió signos vitales alarmantes, destacando el aumento de la temperatura y la pérdida de capacidad pulmonar debido a la destrucción de los bosques. Tedros resaltó la contaminación del agua, la amenaza del cambio climático y la relación directa entre la salud del planeta y la salud humana.
En un llamado a la acción colectiva, Tedros subrayó que las causas y los impactos de esta crisis son “multisectoriales”, enfatizando la necesidad de una respuesta colectiva. La UNEA-6, que reúne a más de cinco mil representantes de gobiernos, la sociedad civil y el sector privado, aborda la “triple crisis planetaria”: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación. Aunque las resoluciones de la UNEA no son legalmente vinculantes, se consideran un paso crucial hacia acuerdos globales y políticas nacionales para abordar estos desafíos.