Hoy, 23 de marzo de 2024, se conmemoran tres décadas desde el fatídico asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, hecho que estremeció a toda la nación mexicana. Aquella tarde del 23 de marzo de 1994, mientras Jesús Rodríguez preparaba su camioneta para unas vacaciones familiares en Manzanillo, Colima, las noticias anunciaban un atentado que detuvo el trajín de todo un país.
El candidato presidencial del PRI en ese momento, Luis Donaldo Colosio, recibió un disparo durante un mitin en Tijuana, Baja California. Las transmisiones en vivo mostraban el caos y la incertidumbre mientras Colosio luchaba por su vida en el hospital.
Este trágico suceso no solo sacudió a México por la violencia que implicaba, sino también por el contexto político tenso en el que se encontraba el país. La disputa interna dentro del PRI entre Colosio y Manuel Camacho Solís añadió capas de especulación sobre las posibles causas del atentado.
El discurso crítico de Colosio hacia el gobierno de Carlos Salinas de Gortari solo unas semanas antes avivó aún más las teorías sobre los motivos detrás de su asesinato. Frases como “Veo un México con hambre y con sed de justicia” resuenan aún en la memoria colectiva del país.
Hoy, a 30 años de aquel trágico día, recordamos a Luis Donaldo Colosio como un símbolo de cambio y esperanza para muchos mexicanos. Su legado perdura en la memoria de una nación que sigue buscando respuestas y justicia.
