Durante el traslado de la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, de Comitán a Motozintla el pasado domingo 21 de abril, un grupo de hombres encapuchados interrumpió su ruta exigiendo mejoras para la región y emitiendo demandas específicas para un hipotético futuro gobierno de Sheinbaum. Ante este incidente, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha planteado serias dudas sobre la naturaleza del evento, sugiriendo que podría tratarse de un “acto de propaganda”.
López Obrador expresó su escepticismo en torno al incidente, destacando la presencia de medios de comunicación y la peculiaridad de la situación, cuestionando por qué individuos con denuncias reales se encapucharían. “Es muy probable que sea un montaje”, afirmó el presidente, apuntando a la presencia de medios como Latinus y señalando que el periodista Carlos Loret de Mola, quien estaba presente en el lugar, tiene una postura crítica hacia su gobierno.
Sin embargo, a pesar de sus dudas, el presidente también reconoció la existencia de conflictos reales en la región, señalando que “esto si es algo muy especial”. Esta afirmación refleja una cautela en su evaluación del incidente, reconociendo la complejidad de la situación en Chiapas, donde diversos grupos y problemáticas sociales se entrelazan.
El episodio ha puesto de manifiesto una vez más las tensiones políticas y sociales en México, así como la importancia de analizar con cuidado los eventos que marcan la contienda electoral, especialmente en un contexto de polarización y desconfianza hacia las instituciones.
