Durante el segundo debate presidencial, Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, arremetió contra Claudia Sheinbaum, aspirante de la alianza Sigamos Haciendo Historia, cuestionando su gestión como exjefa de gobierno de la Ciudad de México y señalando presuntas irregularidades familiares en paraísos fiscales.
Gálvez criticó la administración de Sheinbaum, acusándola de suministrar agua contaminada a los habitantes de la ciudad y asegurando que se perdieron más de un millón de empresas durante la pandemia, mientras una empresa de Sheinbaum se benefició con la ayuda económica del gobierno. Además, la candidata opositora acusó a la familia de Sheinbaum de estar relacionada con los Panama Papers, señalando evasión fiscal y falta de transparencia.
Tras el debate, Gálvez reiteró sus críticas, mencionando la contaminación en la capital, la tragedia de la Línea 12 del Metro y la corrupción en obras de infraestructura vinculadas a los hijos de Sheinbaum. En el análisis posterior al debate en Latinus, colaboradores coincidieron en que Gálvez cambió de estrategia y ganó el encuentro.
Acompañada de dirigentes del PRI, PAN y PRD, Gálvez afirmó que los delincuentes tienen partido y Morena se ha convertido en un “narcopartido”, reforzando su mensaje de cambio y seguridad pública.
Por su parte, Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD, aseguró que la participación de Gálvez tendrá un repunte en las encuestas, destacando la recta final de la campaña como crucial para rebasar a Sheinbaum en las preferencias electorales.