Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reafirmó su postura en contra de la corrupción, incluso cuando se trata de sus propios hijos. Ante las acusaciones de presuntos negocios ilícitos relacionados con el Tren Maya, López Obrador desafió a presentar denuncias formales ante las autoridades correspondientes.
El mandatario mexicano dejó en claro que no tolerará la corrupción de nadie, ni siquiera la de sus hijos, pero enfatizó que si hay pruebas de irregularidades, estas deben ser presentadas ante la autoridad para ser investigadas. López Obrador declaró que él mismo no intervendría para influir en una posible investigación en contra de sus hijos.
Estas declaraciones surgen después de que Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, presentara una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción por presuntos actos de corrupción relacionados con el Tren Maya, solicitando investigar a los hijos del presidente López Obrador, así como a otras personas involucradas en el proyecto.
Gálvez señaló irregularidades en el incremento del costo del Tren Maya, pasando de una estimación inicial de 120 mil millones a más de 500 mil millones de pesos, y solicitó formalmente investigar a los familiares y amigos del presidente relacionados con el proyecto.
