En medio de tensiones internas, la Suprema Corte de Justicia cerró filas en torno a Norma Piña para que continúe en la presidencia del máximo tribunal, cargo que ocupa desde enero de 2023. La ministra enfrentó una solicitud de renuncia planteada por Yasmín Esquivel durante una sesión privada del Pleno, la cual fue rechazada por la mayoría de sus colegas.
El ministro Luis María Aguilar, quien fuera presidente de la Corte entre 2015 y 2018, expresó su firme oposición a la renuncia de Piña, argumentando que removerla sería un signo de división y debilidad dentro del tribunal. Aguilar, clave en la llegada de Piña a la Corte a finales de 2015, subrayó que al menos seis ministros más respaldan su postura.
Por su parte, el ministro Javier Laynez también manifestó su apoyo a la presidencia de Piña y rechazó cualquier intento de remoción o renuncia. Según fuentes cercanas a la Corte, la solicitud de Esquivel no fue exactamente una petición de renuncia, sino una reflexión sobre la interlocución de Piña con las mayorías legislativas y el Ejecutivo en el contexto de la reforma judicial.
En un comunicado emitido ayer, la Suprema Corte confirmó que Norma Piña permanece en su cargo y continúa con sus responsabilidades jurisdiccionales y administrativas. La ministra presidenta también mantiene un diálogo abierto con los Poderes Legislativo y Ejecutivo en relación con la mencionada reforma judicial.
Según el artículo 33 del Reglamento Interior de la Corte, la presidenta cesará en sus funciones solo si el Pleno determina, por mayoría de ocho votos, una causa grave y justificada. Hasta el momento, no se ha reunido la mayoría requerida para considerar una posible remoción.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró en su conferencia matutina que su gobierno no ha solicitado la renuncia de Piña como parte de las negociaciones sobre la reforma judicial, rechazando cualquier tipo de concertación o condición para suavizar dicha reforma.
