Indígenas tzotziles de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal se manifestaron en la comunidad Nuevo Yibeljoj, en el municipio de Chenalhó, Chiapas, para exigir paz y justicia ante la creciente violencia del crimen organizado que afecta a los pueblos originarios. El pronunciamiento se realizó al finalizar un ayuno y oración de más de seis horas, donde hombres y mujeres se unieron para reiniciar un campamento civil por la paz.
Durante la manifestación, José Alfredo Jiménez, sobreviviente de la masacre de Acteal, subrayó la urgencia de que los gobiernos estatal y federal escuchen las demandas del pueblo: “Quienes queremos paz, justicia y vivir, hemos organizado nuestras voces para exigir: no más guerra, no más muertes”.
La situación en la región es alarmante. Organizaciones no gubernamentales y activistas reportan que, en menos de un mes, al menos 2,000 indígenas tzotziles han sido desplazados forzosamente debido a la violencia entre grupos criminales que luchan por el control del territorio en Pantelhó, afectando a comunidades vecinas como Chenalhó.
Catarina López, una habitante de San Clemente, compartió su desesperada situación: “Salimos de nuestra casa, ya no tenemos comida, ni un grano de maíz. Queremos justicia, que el Gobierno actúe contra los grupos armados”. El último desplazamiento se registró el 4 de agosto, cuando 250 personas de San José del Carmen buscaron refugio en casas solidarias.
La instalación del campamento por parte de Las Abejas de Acteal busca brindar apoyo a quienes han huido de la violencia, mientras que muchas familias se encuentran refugiadas en la presidencia municipal y la Casa de la Cultura de Chenalhó.
Este llamado se suma a las alertas de organizaciones sociales sobre el aumento de la violencia en la zona fronteriza de México y Guatemala, donde se están produciendo desplazamientos internos significativos. Además, se reporta que sicarios de los carteles han reclutado forzosamente a hombres de las comunidades, mientras que a las mujeres solteras se les obliga a cocinar para los reclutados.
La situación en los Altos de Chiapas requiere atención urgente de las autoridades para garantizar la seguridad y los derechos de las comunidades indígenas.
