Una jueza ha ordenado la liberación del exgobernador de Puebla, Mario Marín, quien enfrentaba acusaciones de tortura a la periodista Lydia Cacho. La jueza Angélica Ortuño Suárez impuso una multa de 100 mil pesos, lo que generó indignación en Cacho, quien criticó la decisión en redes sociales. “Liberan a un gobernador que tiene un chalet en Suiza justo en la recta final en que esperábamos la sentencia firme por tortura”, expresó la escritora.
Según Cacho, la jueza argumentó que Marín no ameritaba prisión preventiva por el delito de tortura y por su vinculación con redes de trata infantil. Marín fue detenido el 3 de febrero en Acapulco, Guerrero, después de haber estado prófugo desde el 11 de abril de 2019, cuando un tribunal ordenó su aprehensión por tortura.
La acusación contra Marín se origina en el caso de Cacho, quien fue víctima de torturas durante su traslado desde Cancún a Puebla, tras una orden de aprehensión ejecutada por la Policía de Puebla. Esta captura fue resultado de una denuncia del empresario Kamel Nacif, quien se sintió agraviado por la publicación del libro “Los demonios del Edén”, donde Cacho expone la participación de Nacif en fiestas con menores de edad.
El caso ha estado marcado por la controversia, incluyendo la filtración de conversaciones entre Marín y Nacif, en las que celebraban el “escarmiento” infligido a Cacho. La decisión de la jueza ha reavivado el debate sobre la impunidad y la influencia de figuras políticas en el sistema judicial mexicano, dejando a muchos cuestionando la equidad de la justicia en el país.
