La candidata demócrata a la Casa Blanca, la vicepresidenta Kamala Harris, y su rival republicano, el expresidente Donald Trump, han presentado visiones opuestas sobre temas cruciales de la agenda política estadounidense en la carrera hacia las elecciones del 5 de noviembre. Sus propuestas abarcan migración, impuestos, aranceles, aborto y política exterior, reflejando profundas divisiones en el país.
En materia de migración, Harris propone hacer permanentes las restricciones al derecho de asilo establecidas por la administración de Joe Biden, buscando también un “camino a la ciudadanía” para indocumentados, aunque sin detallar cómo se lograría. Por otro lado, Trump ha adoptado una retórica xenófoba, prometiendo deportaciones masivas y la reanudación de la construcción del muro fronterizo, además de eliminar beneficios migratorios para quienes buscan asilo.
Respecto al aborto, Harris ha centrado su campaña en la defensa de los derechos reproductivos, proponiendo legislación para restaurar estos derechos, aunque enfrenta el desafío de obtener una mayoría en el Congreso. Trump, quien ha celebrado la decisión del Tribunal Supremo de desmantelar el derecho federal al aborto, ha prometido vetar cualquier prohibición nacional que pudiera surgir.
En el ámbito de la política exterior, Harris aboga por una solución de dos Estados en el conflicto de Gaza, manteniendo el apoyo militar a Israel y continuando el envío de armas a Ucrania. Trump, en contraste, asegura que podría terminar la guerra en Ucrania en 24 horas, aunque no ha especificado cómo, y se ha posicionado firmemente a favor de Israel, rechazando la creación de un Estado palestino.
Con respecto a los aranceles, Harris defiende mantener aranceles específicos a importaciones chinas, evitando medidas que puedan encarecer productos para los consumidores. Trump, en cambio, promete aranceles del 10 al 20 % en productos importados y un 60 % para aquellos de origen chino, buscando incentivar la producción nacional.
En términos de impuestos, Harris propone deducciones fiscales para pequeños negocios y un aumento de impuestos a grandes empresas del 21 % al 28 %. Trump, por su parte, quiere extender los recortes fiscales de su administración y reducir la tasa impositiva para empresas que fabriquen en EE. UU. del 21 % al 15 %.
En el ámbito ambiental, Harris apoya subsidios a energías renovables y ha abandonado su oposición al fracking, mientras que Trump niega la crisis climática y promete aumentar la producción de petróleo y gas natural.
Finalmente, en el tema de control de armas, Harris defiende controles más estrictos y la despenalización de la mariguana recreativa, mientras que Trump se presenta como un defensor de la Segunda Enmienda y critica los arrestos por posesión de pequeñas cantidades de cannabis.
Ambos candidatos se preparan para una intensa campaña, cada uno buscando consolidar su base y atraer a votantes indecisos en un clima político altamente polarizado.
