El Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que, al asumir el cargo, firmará una orden ejecutiva para imponer un arancel del 25% a todos los productos que ingresen a Estados Unidos desde México y Canadá. Esta medida se implementará hasta que ambos países adopten acciones significativas contra el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, y la migración ilegal a través de la frontera.
En un mensaje en redes sociales, Trump declaró: “El 20 de enero, como una de mis muchas primeras Órdenes Ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25 por ciento sobre todos los productos que entren a Estados Unidos, y sus ridículas fronteras abiertas”. Además, anunció un arancel adicional del 10% a los productos provenientes de China, argumentando que muchos de ellos ingresan a Estados Unidos a través de México.
La propuesta ha generado críticas entre economistas y políticos. Gerardo Esquivel, ex subgobernador de Banxico, advirtió que los aranceles podrían tener efectos adversos en la economía estadounidense, provocando inflación y reduciendo la producción y los ingresos.
Ricardo Monreal, coordinador de Morena en San Lázaro, también se opuso a la medida, señalando que es contraria al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y que no aborda los problemas comunes en la frontera. Monreal enfatizó que “esta medida ocasionaría severos daños a la economía y a la población de América del Norte” y expresó su apoyo a la presidenta Sheinbaum en la defensa de la soberanía y del acuerdo comercial.
La decisión de Trump plantea un escenario tenso en las relaciones comerciales entre Estados Unidos, México y Canadá, y podría tener implicaciones significativas para la economía de la región.