Entre enero y noviembre de 2024, el gasto programable destinado a la Secretaría de Salud (Ssa) alcanzó los 53 mil 229 millones de pesos, lo que representa una drástica contracción anual de 45.9 por ciento en términos reales, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Este descenso es el más significativo para un mismo periodo desde 1998, cuando el gasto se redujo en 50.5 por ciento, con solo 9 mil 733 millones de pesos ejercidos.
La Ssa, encabezada por David Kershenobich, se convirtió en la dependencia con el mayor recorte en su gasto dentro de la administración pública federal, siendo seguida por la SHCP y SEDATU, que experimentaron bajas anuales de 40.6 y 26.3 por ciento, respectivamente. Esta situación ha generado preocupación entre especialistas, quienes advierten que los recortes podrían afectar la ejecución de programas esenciales para la salud pública.
El 16 de diciembre, la Secretaría de Salud notificó su regreso operativo a la Ciudad de México, concluyendo así su periodo en Acapulco. Según la SHCP, el gasto de cada dependencia se ajusta a sus necesidades y objetivos, siempre que sea gasto programable, destinado a programas específicos para brindar bienes y servicios a la población.
La Ssa atribuyó la caída en el gasto a la reducción de recursos para programas como “Atención a la salud” y “Fortalecimiento de los servicios estatales de salud”. Salvador Soto, académico de la UNAM, señaló que aunque las reasignaciones de gasto son comunes, existe el riesgo de que los programas no se ejecuten adecuadamente por falta de recursos, lo que podría impactar negativamente a la población.
Para el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, el presupuesto de la Ssa se fijará en 66 mil 693 millones de pesos, un 34 por ciento menos en términos reales respecto a 2024. En total, el gasto en salud representará solo el 9.5 por ciento del presupuesto total, la cifra más baja desde 2016, según la organización México Evalúa.
Los recortes también afectarán el gasto per cápita para personas sin seguridad social, que se estima será de 4 mil 490 pesos en 2025, un 22.6 por ciento menos que en 2024 y el monto más bajo en 15 años. Si bien el gasto en medicamentos para personas con seguridad social aumentará un 7.9 por ciento, el destinado a personas no aseguradas sufrirá una reducción del 40.6 por ciento, quedando en 12 mil millones de pesos.
Expertos de México Evalúa advierten que estos recortes reflejan un desplazamiento del gasto en salud hacia otros conceptos, como las Pensiones del Bienestar y el pago de la deuda. Además, alertan sobre el riesgo de recortes o subejercicios durante el año fiscal, lo que podría comprometer aún más la atención médica en el país.
