
Las exportaciones de petróleo crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex) se desplomaron 44% en enero de 2025, alcanzando apenas 532 mil barriles diarios, la peor caída desde que existen registros, según un informe presentado este lunes 3 de marzo.
El desplome se dio en un contexto de rechazo por parte de refinerías de Estados Unidos a recibir el crudo mexicano debido a problemas de calidad, particularmente por la presencia de agua y sal en los barriles exportados. Esta situación llevó a una reducción del 34% en las ventas en tan solo un mes, ya que en diciembre de 2024 se habían colocado 807 mil barriles diarios en el mercado internacional.
Víctor Rodríguez, director de Pemex, reconoció en conferencia de prensa que han recibido quejas por la calidad del petróleo y que, aunque no se han rechazado embarques, sí han sido penalizados en el precio. “Ya estamos controlando la situación y estamos muy cerca de cumplir con las especificaciones requeridas”, afirmó el funcionario durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum el pasado 12 de febrero.
Impacto en ingresos y producción
La caída en las exportaciones también impactó los ingresos petroleros, que se redujeron un 47% en comparación con el mismo mes del año anterior. En enero, Pemex solo obtuvo 1,106 millones de dólares por la venta de crudo al extranjero.
El tipo de petróleo más afectado fue el Istmo, con una caída del 67% en ventas, seguido del crudo zapoteco (-54%) y el Maya (-36.3%).
Además, la producción de hidrocarburos líquidos, incluidos condensados, fue de 1.61 millones de barriles diarios en enero, lo que representa una disminución del 11.6% respecto al año anterior.
La estrategia de Pemex para revertir la caída
Ante este panorama, Néstor Martínez, director general de Exploración y Producción de Pemex, señaló que la empresa ha optado por un “desarrollo acelerado” de nuevos campos y la incorporación temprana de producción de pozos probatorios para frenar la caída en la producción.
“Muchos de nuestros principales yacimientos están en etapa madura de explotación, por lo que seguimos implementando estrategias para mantener la producción base y atenuar la tendencia decreciente”, explicó Martínez en una reunión con inversionistas.
Mientras Pemex busca soluciones, el desplome en las exportaciones y la caída en los ingresos generan incertidumbre sobre el futuro de la producción petrolera en México.