Petróleos Mexicanos (Pemex) registró una pérdida neta de 43,328 millones de pesos en el primer trimestre de 2025, contrastando con la utilidad de 4,682 millones obtenida en el mismo periodo del año anterior.
Este resultado negativo se atribuye a una combinación de factores:
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Disminución de ingresos: Los ingresos totales de la compañía cayeron un 2.5% interanual, situándose en 395,590 millones de pesos, debido a una reducción en el volumen de crudo comercializado.
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Caída en la producción: La producción de petróleo descendió un 11.3%, alcanzando 1.615 millones de barriles por día, afectada por el agotamiento natural de campos maduros y retrasos en la finalización de pozos complejos.
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Menor procesamiento de crudo: El procesamiento de crudo disminuyó un 5%, ubicándose en 936,000 barriles por día, debido a menores operaciones en las refinerías de Minatitlán y Tula.
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Aumento de la deuda: La deuda financiera de Pemex se incrementó, alcanzando los 101,100 millones de dólares al cierre de marzo, frente a los 97,600 millones registrados al cierre de 2024.
Estos resultados reflejan los desafíos operativos y financieros que enfrenta la empresa en el contexto actual del sector energético.
