
El Vaticano ha instalado la tradicional chimenea en el techo de la Capilla Sixtina, en preparación para el cónclave que comenzará el 7 de mayo de 2025. Esta chimenea es esencial para comunicar al mundo el resultado de las votaciones: el humo negro indica que no se ha alcanzado un consenso, mientras que el humo blanco anuncia la elección de un nuevo Papa.
La instalación de la chimenea marca la fase final de los preparativos para el cónclave, que se llevará a cabo tras el fallecimiento del Papa Francisco el 21 de abril de 2025. Durante este proceso, 133 cardenales menores de 80 años se reunirán en la Capilla Sixtina para elegir al 267º pontífice de la Iglesia Católica.
La Capilla Sixtina ha sido acondicionada para el cónclave, incluyendo la instalación de dos estufas conectadas a la chimenea. Una de las estufas se utiliza para quemar las papeletas de votación, mientras que la otra genera el humo que se ve desde la Plaza de San Pedro.
Se espera que el cónclave sea breve, siguiendo el precedente de los cónclaves de 2005 y 2013, que concluyeron al final del segundo día de votaciones.










