
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su rechazo a la propuesta de realizar una auditoría independiente en las obras prioritarias del gobierno federal, una idea que fue planteada por el ex presidente Ernesto Zedillo. Sheinbaum aseguró que confía plenamente en los procesos internos de control y en la transparencia con la que se llevan a cabo los proyectos de infraestructura y desarrollo social, argumentando que las obras que realiza la administración de la Cuarta Transformación (4T) son responsables y están debidamente fiscalizadas.
La mandataria señaló que, en lugar de recurrir a auditorías externas, es fundamental fortalecer los mecanismos de control internos y seguir trabajando en beneficio de la ciudadanía. Además, remarcó que su gobierno continuará priorizando la transparencia y la rendición de cuentas, pero bajo los marcos institucionales adecuados. La postura de Sheinbaum genera un intenso debate en torno a la transparencia en obras públicas y posibles prácticas de fiscalización en tiempos de la 4T, en un contexto de múltiples controversias y desafíos en la gestión pública.
Por su parte, Zedillo y otros críticos han destacado la importancia de auditorías externas para garantizar la honestidad y el correcto uso de los recursos públicos, especialmente en obras de alta magnitud que impactan directamente a la población.










