Petróleos Mexicanos (Pemex) reconoció un nuevo derrame de hidrocarburos en la Terminal Marítima de Dos Bocas, Tabasco, ocurrido el pasado fin de semana. El incidente, originado por dos fugas en un ducto que transporta crudo desde la plataforma Akal-C, provocó el cierre de cinco playas en la región.
El derrame causó la muerte de cientos de peces, afectó cultivos de ostras y alcanzó a pelícanos y zonas de manglares, generando preocupación entre las comunidades locales y organizaciones ambientalistas.
Este nuevo incidente se suma a una serie de eventos similares en la región, lo que ha generado críticas sobre la gestión ambiental de Pemex y la falta de sanciones por parte de las autoridades correspondientes.
Organizaciones no gubernamentales han denunciado previamente derrames de crudo en el Golfo de México, señalando la necesidad de una mayor supervisión y rendición de cuentas por parte de la empresa estatal.
La Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente (ASEA) ha sido criticada por su inacción ante estos eventos, lo que ha llevado a demandas de sanciones más estrictas y medidas preventivas para evitar futuros derrames.
La situación en Dos Bocas pone de relieve la urgencia de implementar políticas ambientales más rigurosas y de garantizar la protección de los ecosistemas costeros frente a las actividades industriales.
