La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, declaró que la posesión de una visa estadounidense no es un requisito para ejercer su cargo, luego de que se confirmara la revocación de su visa y la de su esposo, Carlos Torres Torres, por parte del gobierno de Estados Unidos.
Ávila aseguró que la cancelación de su visa no afecta su capacidad para gobernar y calificó la medida como una decisión administrativa sin implicaciones legales o penales. En sus palabras: “No hay delito, no hay falta, no hay nada que perseguir”.
La presidenta Claudia Sheinbaum respaldó a la gobernadora, indicando que, según la información proporcionada por Ávila, no posee cuentas bancarias en el extranjero y que la revocación de la visa no está relacionada con ninguna actividad ilícita.
La Embajada de Estados Unidos en México se ha limitado a señalar que los registros de visas son confidenciales y que no pueden discutir detalles de casos individuales.
Mientras tanto, el Partido Acción Nacional (PAN) ha exigido una explicación clara sobre las razones detrás de la revocación de la visa, sugiriendo posibles vínculos con actividades ilícitas.
La gobernadora Ávila continúa desempeñando sus funciones y ha reiterado su compromiso con la transparencia y la legalidad en su administración.
