El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una proclamación que suspende por seis meses la entrada al país de estudiantes extranjeros que deseen estudiar o participar en programas de intercambio en la Universidad de Harvard. La medida, anunciada el 4 de junio de 2025, se justifica por supuestas preocupaciones de seguridad nacional y una presunta falta de colaboración por parte de la institución académica.
Según el comunicado de la Casa Blanca, la decisión se basa en la percepción de que la presencia de estudiantes internacionales en Harvard podría representar un riesgo para los intereses de Estados Unidos. La proclamación también instruye al Departamento de Estado a considerar la revocación de visas académicas o de intercambio de estudiantes actuales que cumplan con ciertos criterios establecidos en la orden.
La administración Trump ha expresado preocupaciones sobre los vínculos de Harvard con entidades extranjeras, especialmente con China, alegando que la universidad ha recibido más de 150 millones de dólares en contribuciones de gobiernos extranjeros desde 2020.
Harvard calificó la proclamación como “otro paso ilegal de represalia tomado por la Administración en violación de los derechos de la Primera Enmienda de Harvard”. La universidad afirmó que continuará protegiendo a sus estudiantes internacionales y defendiendo su autonomía académica.
La medida se produce después de que un juez federal en Boston emitiera una orden judicial preliminar que bloquea temporalmente los intentos de la administración de revocar la capacidad de Harvard para inscribir estudiantes internacionales. La universidad argumenta que la suspensión de visas es una represalia por su negativa a ceder el control de su gobernanza, currículo e ideología al gobierno federal.
La suspensión afecta a más de 10,000 estudiantes y académicos internacionales en Harvard, quienes representan aproximadamente el 25% del cuerpo estudiantil. La medida también podría tener consecuencias financieras significativas para la universidad, que depende en parte de las matrículas de estudiantes internacionales.
Además, la decisión podría influir en la percepción global de la educación superior en Estados Unidos, disuadiendo a futuros estudiantes internacionales de considerar universidades estadounidenses como destinos académicos viables.
